José Cavero.- Tripartito, segundo intento

MADRID 7 Nov. (OTR/PRESS) -

Finalmente, los partidos de Montilla, Carod y Saura, PSC, ERC e ICV, se ponen a la tarea de dar forma final a la composición del segundo tripartito catalán y a su programa de gobierno para la nueva legislatura. Alcanzado el principio de acuerdo que nuevamente sitúa a los convergentes en la oposición, y frente a muchas cautelas y recelos, la izquierda catalana se dispone a demostrar que el fiasco del equipo de Maragall es perfectamente superable, y que segundas partes serán, con toda certeza, mejores. Carod es quien, en mayor medida, habrá de demostrar esa responsabilidad y no cometer errores de la dimensión de la anterior experiencia, cuando se estrenó acudiendo a ver a la dirección etarra al sur de Francia, y en coche oficial, por su propia cuenta y riesgo. ¿Es Carod tan insensato como parece? Tiene que saber que sobre él están pendientes muchos focos de atención en este nuevo experimento, en su propio partido como entre los socios de gobierno y en la oposición. Ahora queda por ver quién es quién en el nuevo gabinete Montilla, y qué premios obtiene cada cual: Carod, Puigcercós, Saura... Y en qué medida Montilla controla el nuevo equipo.

Es harto dudoso que Zapatero expresara su desconfianza e incluso su escasa voluntad hacia la formación de este gobierno de izquierdas en Cataluña. Desde el primer momento sostuvo que la responsabilidad era de Montilla, y una vez alcanzado el principio de acuerdo, Zapatero ha vuelto a elogiar el buen hacer de su ex ministro, enviado especial a Cataluña para una tarea que ha cumplido a plena satisfacción a pesar de una dificultad nada despreciable: sustituir a Maragall cuando éste estaba disfrutando de los mejores niveles de conocimiento popular, y además, reemplazarlo en contra de la voluntad explícita del ex-molt honorable... De no haber resultado positivamente sus gestiones, tendríamos a una oposición permanentemente desdeñosa con el gobierno y feliz por la derrota socialista en Cataluña. Ahora, en cambio, explotará el hecho de una "alianza inconveniente" del socialismo con el republicanismo independentista... Por lo demás, el "caso Montilla" también puede demostrar que, lanzado desde el poder, y con buena campaña de apoyo, casi cualquier candidato tiene muchas probabilidades de garantizarse un triunfo electoral. Zapatero lo probará también con López Aguilar en Canarias, y aspira a conseguir un milagro parecido con Miguel Sebastián en la alcaldía de Madrid.

Zapatero, bien es cierto, deja de tener el apoyo de los convergentes en Madrid, según todas las probabilidades, nada felices porque una vez más, tras vencer las elecciones, se ven en la necesidad de "chupar bancos opositores". Artur Mas es un frustrado president a la espera de una nueva oportunidad, pero sin duda quemado por su infortunada trayectoria de sucesor de Pujol...

José Cavero.