Publicado 16/11/2018 08:01

Escaño cero.- ¿Qué pasará?

MADRID, 16 Nov. (OTR/PRESS) -

No puedo dejar de preguntarme qué sucederá cuando los miles de emigrantes iberoamericanos que han iniciado su larga marcha hacia Estados Unidos lleguen a la frontera de este país.

La caravana formada por miles de hombres, mujeres y niños demuestra una voluntad de acero en su decisión de buscar en el gran país del Norte un futuro mejor del que les podía deparar sus países de origen. Pero su determinación no será suficiente porque al otro lado de la frontera el que manda es Donald Trump.

El presidente norteamericano no oculta sus posiciones xenófobas y su fobia contra los emigrantes a los que viene demonizando presentándoles como delincuentes. Así que me temo que cualquier cosa puede pasar cuando esa marea de personas llegue hasta la frontera y la intenten cruzar sin importarles los muros, las concertinas o los soldados que puedan apuntarles con sus armas. Porque eso es precisamente lo más inquietante, que Donald Trump decida, con el uso de las armas, impedir el paso de los emigrantes. Cabe preguntarse qué harían los soldados o las fuerzas de seguridad norteamericanas si recibieran la orden de disparar contra hombres, mujeres y niños indefensos ¿lo harían?.

Habría que buscar una solución al problema antes de que esos miles de personas lleguen a la frontera con Estados Unidos. La Organización de Estados Americanos, Naciones Unidas, Méjico, y los países de origen de los emigrantes, deberían de estar trabajando para evitar un desastre.

No digo que sea fácil tratar con Trump, pero lo que no se puede es permanecer con los brazos cruzados mientras los emigrantes se acercan a la frontera.

Hay quienes pronostican que el viaje de los emigrantes terminara frente al muro o las alambradas. No se les permitirá pasar lo que dará lugar a un gran campamento de refugiados donde esas miles de personas malvivirán a la espera de encontrar un resquicio para sortear la frontera. Y en ese pronóstico incluyen que con el tiempo ese gran campamento terminará siendo una especie de pueblo grande que necesitará de la ayuda de las agencias responsables de la ONU de los refugiados y de los emigrantes.

Puede que quienes hacen esta predicción acierten, pero no puedo dejar de temblar ante lo que pudiera decidir Donald Trump si los emigrantes deciden jugarse la vida y cruzar la frontera. Me pongo en lo peor.

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