MADRID, 16 Oct. (OTR/PRESS) -
"No quiero una España de propietarios ricos e inquilinos pobres". Convendrán conmigo que como slogan no tiene precio y que es difícil mejorar la frase.
El problema es la falta de credibilidad de quien la ha hecho suya: Pedro Sánchez. Sí, nuestro Presidente, se la llevó preparada al World in Progress de Barcelona.
Y es que Pedro Sánchez lleva ya unos cuantos años gobernando sin que hasta ahora se haya mostrado preocupado por el problema de la vivienda.
En ocasiones se hace realidad eso de que los árboles no dejan ver el bosque. Estamos tan concentrados en los escándalos del Gobierno, en los vaivenes de la oposición, en los dimes y diretes de los unos y los otros, que orillamos cuestiones tan trascendentes como es el de la vivienda.
Pero tranquilos que el Presidente ha prometido doscientos millones para un bono que permita a los jóvenes acceder a una vivienda. Incluso ha dicho que está de acuerdo con las demandas de quienes este fin de semana, miles de personas, se manifestaron en toda España.
O sea que el Presidente se ha debido de caer del "guindo" en el que estaba concentrado y, por fin, se ha enterado de que en nuestro país comprar un piso resulta imposible aunque se tenga trabajo y un sueldo medio, pero es que alquilarlo resulta igualmente prohibitivo. Se cuentan por miles las personas que no tienen acceso a una vivienda. E insisto, no solo los jóvenes.
Hay quienes ya han cumplido los cuarenta y no tienen otra opción que seguir viviendo en la casa de los padres, otros alquilan un piso entre tres o cuatro.
Mientras tanto proliferan los "apartamentos turísticos" cuyo efecto, no es solo que las viviendas se encarezcan en los centros de las ciudades, sino que terminan convirtiéndolos en parques temáticos.
Los centros de las ciudades se vacían de vecinos mientras los alcaldes se apresuran en ir "cerrando" calles con la excusa de que si no hay tráfico hacen un favor al medio ambiente.
En realidad "cerrar" es una parte más del plan de convertir el centro de la ciudad en un parque temático. Los patinetes circulan a sus anchas por esas calles cerradas que se convierten en lugar de paseo, pero resulta que quienes viven en esas calles tienen eso, que vivir. Y "vivir" no es ver convertida tu calle en un gran bazar con tiendas de baratijas mientras van desapareciendo la panadería, la tienda de ultramarinos, la zapatería, la peluquería del barrio... Sus sustitutos son tiendas de souvenirs y bares.
¿De quién es la culpa de que acceder a una vivienda se haya convertido en misión imposible?
Pues evidentemente del Gobierno, de las Comunidades Autónomas y de los ayuntamientos.
Es urgente un plan de vivienda a nivel nacional, en todas las Comunidades Autónomas, en todos los pueblos. De manera que sería deseable, aunque sólo sea por una vez, que se dejen de echar la culpa los unos a los otros y se pongan a dar una solución al problema. Mañana ya es tarde. Claro que a lo mejor estamos de enhorabuena porque aunque haya sido en un alarde de demagogia, el Presidente parece haberse dado por enterado.