Actualizado 03/11/2006 01:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Elecciones en Cataluña.

MADRID 3 Nov. (OTR/PRESS) -

A diferencia de otras ocasiones, los resultados de las elecciones autonómicas catalanas pueden resumirse en una frase: todos pierden. CiU obtiene unos resultados muy inferiores a los esperados; el PSC se ha dado un batacazo de época; ERC ha perdido escaños. De los integrantes del gobierno Maragall, sólo Iniciativa per Cataluña ha mejorado sus posiciones relativas. Como novedad hay que señalar la entrada en el Parlamento de esa singular formación "lerrouxista", Ciutadans por Cataluña. Ha votado muy poca gente pero la configuración política del Principado consolida una fuerte mayoría política de corte nacionalista. El peso de los "españolistas" es hoy por hoy marginal en la escena pública catalana. Este es un dato vital de cara al futuro de las relaciones entre el Principado y España.

¿Quién va a gobernar? A esa pregunta sólo hay tres respuestas posibles: primera, una "grosen koalitionem" socio-convergente; segunda, un frente nacionalistas CiU-ERC, tercero, la reedición del Tripartito. Los convergentes y sus socios de Unió necesitan gobernar como sea. Si se quedan fuera del gobierno otra legislatura y además no tienen peso en la política nacional, tendrán serios problemas internos. CiU es una máquina de poder y no puede permitirse el lujo de no tocar bola. En este contexto, la hipótesis de un acuerdo con los socialistas catalanes no es descartable. Zetapé podría cederles la Generalitat a cambio de un pacto en Madrid, lo que le serviría para centrarse de cara a las generales. En cualquier caso y, a pesar de la derrota del PSC, Zapatero es el árbitro de la gobernabilidad en Cataluña.

Mírese como se mire, las fuerzas 'españolistas' han mostrado una notable incapacidad para crecer. La suma Partido Popular de Cataluña-Ciutadans equivale a los escaños logrados por Vidal Cuadras hace unos años. Esto significa que el voto no nacionalista no crece nada que, como mucho, se ha dividido en dos. En el escenario de máxima tensión entre nacionalismo y españolismo, los magros resultados del PP y de Ciutadans muestran o bien una mala estrategia de ambas formaciones que no son capaces de movilizar a su potencial electorado o bien que, por ahora, ese electorado no existe. Así están las cosas.

- Lorenzo Bernaldo de Quirós.

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