Actualizado 23/10/2006 02:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Un gobierno intervencionista

MADRID, 23 Oct. (OTR/PRESS) -

¿Por qué el gobierno se empecina en seguir interfiriendo los procesos empresariales? Una razón elemental es porque quiere que sus amigos controlen determinadas grandes compañías; la otra es para ayudar a sus camaradas con problemas. Esta es sin duda o, al menos, con muchas probabilidades la idea que guía las actuaciones y los comentarios de algunas destacadas personalidades del socialismo reinante y, en concreto, la que preside el comportamiento del asesor económico de Zetapé. Su constante puesta en marcha de iniciativas político-empresariales destinadas a configurar el diseño de sectores enteros de la economía nacional muestra un singular tesón y, desde luego, una contumaz resistencia a aceptar los fracasos. Del intento de asalto al BBVA a la OPA de Endesa ha cosechado derrota tras derrota.

Probablemente, la injerencia gubernamental en las acciones empresariales que implican el control de las grandes compañías es una práctica habitual. Desde luego es impresentable pero suele suceder. En cualquier caso, los gobiernos de los países desarrollados hacen esas cosas con mayor discreción, con una "mano invisible", obviamente no la de Adam Smith para conseguir sus objetivos. Incuso algunos, como los franceses, lo hacen con descaro pero guardando las formas; en España, no. El PSOE parece querer demostrar quien manda en un ejercicio poco inteligente del poder. Este no se resigna a estar en la sombra, moviendo los hilos, sino aspira a ser el protagonista de la obra.

Desde la llegada de los socialistas al gobierno, sus esfuerzos por dominar las grandes empresas del país han sido constantes. La mayoría de las veces les ha salido mal porque han olvidado una cuestión básica: los dueños de las grandes corporaciones españolas son los accionistas. Endesa, BBVA, etc. no son "res nullius" sin propietario y, salvo que se las expropiasen sus acciones, lo que parece poco probable, no harán nada contrario a sus intereses, esto es, a vender o no sus títulos dependiendo de el dinero que se ofrezca por ellos. Mientras el PSOE y sus gurús no tengan clara esta elemental proposición se van a seguir pegando bofetadas contra la realidad.

Lorenzo Bernaldo de Quirós

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