Publicado 28/02/2014 12:00

Luis Del Val.- Indignación contra la Corona

MADRID 28 Feb. (OTR/PRESS) -

Los hechos podrían haber ocurrido así:

"Durante un acto protocolario en Barcelona, un empresario enemigo del secesionismo se negó a dar la mano al presidente de la Generalitat, diciéndole que no le daba la mano por su manía en separar a Cataluña de España. Artur Mas, haciendo gala de su buena educación, volvió a tender la mano, llamándole amigo, pero el grosero insistió en su postura y dijo que le daría la mano sólo en el caso de que desistiera de apoyar el secesionismo".

"El incidente habría quedado restringido a una anécdota, aunque desagradable, de no ser porque el Príncipe de Asturias sonreía mientras se producía la incivil circunstancia, y ya, lo que colmó la indignación, fue que se acercó al irrespetuoso y le estrechó amistosamente la mano, lo que ha causado estupor en todo el pueblo catalán, no sólo entre los independentistas, porque el Presidente de la Generalitat representa a todos los catalanes, y la impertinente y desconsiderada actitud se ha proyectado sobre Cataluña, su población y sus instituciones".

"Al no haber existido aclaración por parte de la Corona, Cayo Lara manifestó que es hora de proclamar la Tercera República en España, ante el comportamiento chulesco y descomedido del heredero al Trono de España, y Alfredo Pérez Rubalcaba ha depositado en el Parlamento una moción para que los grupos parlamentarios se manifiesten".

"Todos los medios de comunicación, sin excepción territorial, han mostrado su asombro y reprobación ante un comportamiento ofensivo que ha provocado una extensa e intensa indignación contra la Corona".

Las cosas podrían haber ocurrido así, pero sucedió justamente lo contrario, y las reacciones no han podido ser más indulgentes y comprensivas. Igualmente, sin excepción territorial.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Váyase ya, señor Sánchez

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Con la Iglesia has topado, amigo Sánchez

Foto del autor

Victoria Lafora

¡Qué vergüenza!

Foto del autor

Carmen Tomás

Ellos se forraban y tú pagabas