Jóvenes sobradamente preparados por un sistema educativo "desfasado"

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Actualizado: lunes, 18 enero 2016 16:53

   MADRID, 18 Ene. (Portaltic) -

   La tecnología ha hecho posibles muchos trabajos, que normalmente requieren alta cualificación, además de conllevar en ocasiones un trabajo de repetición. Eso puede llevar también a la automatización mediante máquinas, ya sean ordenadores que manejan 'software' o robots que desempeñan trabajos físicos. Cada vez más trabajadores deben aprender cosas nuevas más rápidamente si quieren prosperar. ¿Está preparado el sistema educativo para este escenario? Parece que no.

   Estas nuevas variables (automatización de trabajo, irrupción constante de nuevas herramientas, aprendizaje constante casi en cualquier profesión...) provocan un inevitable miedo entre los jóvenes, ya sean estudiantes o trabajadores en el marco del desarrollo sector de las tecnologías de la información (TI o IT, en inglés).

   La consultora de Tecnologías de la Información Infosys ha elaborado una encuesta (9.000 participantes a nivel global) para Future Foundation en la que ha indagado en esta y otras cuestiones. Entre los resultados destaca que un 40 por ciento de los jóvenes de entre 16 y 25 años encuestados teme que su trabajo pueda ser automatizado en la próxima década.

   El temor no resulta extraño, puesto que ya está pasando. Incluso en profesiones tan aparentemente ligadas a la creatividad como es el Periodismo ha ocurrido que empresas han automatizado la elaboración de ciertos artículos que no requieren información de fondo o interpretación. En 2014, Los Angeles Times comenzó a utilizar un algoritmo para escribir las alertas de terremotos.

   En este sentido, los jóvenes de India son los que más confiados se sienten sobre sus cualificaciones en materia de tecnologías de información y comunicación y su preparación para el futuro (76 por ciento siente confianza), seguidos por los brasileños (62 por ciento), los chinos (63 por ciento), los estadounidenses y los británicos (47 por ciento en ambos casos).

   Los que sienten menos confianza en este terreno son los jóvenes de Sudáfrica (39 por ciento), los de Australia (38 por ciento), los de Alemania (38 por ciento) y los de Francia (37 por ciento).

   Este miedo a que la automatización haga irrelevantes muchos trabajos que actualmente desempeñan humanos hace que las perspectivas de futuro no sean muy esperanzadoras. De esta forma, nada menos que tres cuartas partes de los jóvenes franceses consideran que sus perspectivas laborales son mucho peores a las de sus padres.

   La escuela tiene mucha culpa en esta sensación de "desfase" que tiene la que se suele denominar como "la generación más preparada de la historia". Cada vez se enseñan más cosas, pero la cuestión es: ¿se enseña lo que se debe enseñar? ¿Se enseña a pensar por uno mismo, a investigar y a estar constantemente interesado en los cambios? ¿O más bien seguimos anclados en la creencia de que una carrera debería darnos acceso a un trabajo?

APRENDER DESPUÉS DE LA UNIVERSIDAD

   Por ejemplo, en Reino Unido y en Australia, un 77 por ciento de los encuestados apuntan que han tenido que aprender cosas que necesitan para su trabajo por su cuenta, ya que las escuelas o universidades no les proporcionaron esa formación.

   En este sentido, un 45 por ciento de los estadounidenses considera que la escuela está "desfasada". Esto hace que dos de cada tres jóvenes de todo el mundo den por hecho que van a tener que aprender cosas nuevas para aspirar a un nuevo trabajo, algo para lo que sí se consideran preparados.

   Esta realidad, en la que el mercado laboral avanza más rápido que los centros de formación, ha dado lugar a un curioso escenario en el que la mayoría de los jóvenes en todos los mercados da prioridad a conocer nuevas tecnologías y comunicación y al "aprendizaje en el trabajo" que a los logros académicos.

   En este sentido, el director ejecutivo de Infosys, Vishal Sikka, ha criticado en declaraciones a The Guardian que, pese a la coyuntura actual, los centros siguen teniendo más en cuenta enseñar datos que se pueden quedar rápidamente obsoletos que en fomentar un espíritu curioso y ganas de aprender constantes.

   En su opinión "para mejorar que la gente joven prospere en esta transformación digital, nuestro sistema educativo debe enfocarse más en el aprendizaje a lo largo de toda la vida, en la experimentación y en la exploración, además de que la tecnología y la ciencia computacional tenga más peso en el currículum".