Economía/Empresas.- Las empresas de distribución perdieron 1.700 millones en 2005 por hurtos, el 1,05% de las ventas

Actualizado: miércoles, 18 octubre 2006 15:46

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las empresas españolas de distribución perdieron 1.700 millones de euros en 2005 como consecuencia de hurtos y errores administrativos, lo que supone el 1,05% de su facturación total, según los datos de un estudio elaborado por la asociación de fabricantes y distribuidores (AECOC) sobre 'La pérdida desconocida en la distribución comercial'.

Dicho estudio confirma que este problema presenta una incidencia especial en las grandes problaciones urbanas, especialmente de Madrid y Cataluña, y que se incrementa de forma notable en periodos vacacionales, especialmente en Navidad.

Según AECOC, la cantidad sustraída anualmente en los puntos de venta españoles permitiría financiar, por ejemplo, el 80% del Ministerio de Cultura, el 40% del de Sanidad y el 20% del presupuesto global destinado a Justicia.

Atendiendo al tipo de pérdida desconocida, los denominados hurtos externos, los que realizan los clientes, representan el 52% del total; los hurtos internos, los que cometen los empleados, un 29%, y los errores administrativos y de gestión, un 19% del total.

Además, según el 50% de las empresas participantes en el estudio, los hurtos llevados a cabo por los propios empleados se redujeron en relación a años anteriores, mientras que los hurtos externos aumentaron.

Igualmente, todas las empresas españolas de distribución participantes en el trabajo de AECOC coinciden en que la venta "ilícita" de productos daña al sector y el 72% de ellas no duda en afirmar que los perjuicios son muy graves. A la venta ilegal de productos se suman además las falsificaciones, una práctica que, según el 33% de las empresas consultadas, afecta significativamente a los comercios españoles.

En un escenario como éste, el 92% de las compañías de distribución se muestra en contra de un marco legal que consideran demasiado indulgente y un porcentaje equivalente (92%) afirma que son las administraciones públicas quiénes tienen la mayor responsabilidad a la hora de frenar este tipo de prácticas.

El perfil de la persona que lleva a cabo este tipo de acciones responde al de un menor de 30 años, ladrón profesional o miembro de una banda organizada, que opera fundamentalmente en zonas urbanas y muy pobladas, prefiere los fines de semana y vísperas de festivos para "actuar" y sustrae mercancías de un precio inferior a 60 euros.

Sus artículos predilectos, según el estudio, son los de droguería y perfumería, música, ocio e informática, textil, bazar y alimentación envasada, y su escenario "favorito", el fondo de la tienda.