Ley alcohol.- Murcia se opone a que el vino deje de ser considerado alimento y se catalogue como bebida alcohólica

Actualizado: domingo, 4 febrero 2007 14:27

MURCIA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno murciano se opone a que el vino deje de ser considerado alimento y pase a engrosar la listas de las bebidas alcohólicas, tal y como pretende el borrador de la denominada Ley de Alcohol que prepara la ministra de Sanidad, Elena Salgado, según confirmó hoy el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá.

En este sentido, Cerdá subrayó el apoyo del Ejecutivo regional a los viticultores murcianos en sus reivindicaciones al respecto, ya que, a su entender, "no puede incluir al vino en el mismo grupo de las bebidas alcohólicas obtenidas por diferentes procesos, por el hecho de superar los 1,2 grados".

"La aprobación en tales términos conllevaría una contradicción con la Ley de la Viña y del Vino, que define al vino como un alimento natural", aseguró hoy el responsable agrícola murciano, según una nota de prensa de la Secretaría General de la Presidencia y Relaciones Externas.

De esta manera, el Gobierno regional se adhiere al manifiesto 'Por la defensa de la Viña y el Vino', firmado por el sector vitivinícola (ASAJA, COAG, UPA, AVIMES y FEV), y pidió al Gobierno central que "aclare" su posición sobre una cuestión de la que "dependen numerosas familias murcianas", en lugar de "prohibirlo todo", manifestó Cerdá.

Cerdá destacó que el sector del vino "aporta 70 millones de euros anuales al Producto Interior Bruto (PIB) regional", al tiempo que recordó que Murcia "cuenta con 48.000 hectáreas de vides y se producen entre 55 y 60 millones de litros al año".

Así, apuntó que las tres Denominaciones de Origen de la Región --Bullas, Jumilla y Yecla--, "aportan vinos de enorme calidad", y defendió que "el vino es un alimento ligado a la dieta mediterránea y a nuestra cultura". "Numerosos estudios científicos han demostrado que el consumo moderado tiene efectos beneficiosos para la salud", apostilló.

Cerdá explicó que el vino "es una bebida natural fermentada y no destilada que, tomada con moderación, beneficia la circulación sanguínea". Igualmente, comentó que una de las principales diferencias entre las bebidas fermentadas y las destiladas estriba en que "es precisamente en los 'botellones' donde encontramos este último tipo de bebidas que perjudican enormemente a la salud, pero no es el caso del vino".

Por último, Cerdá resaltó el alto componente social de este cultivo, ya que se da en terrenos de secano donde difícilmente crecen otro tipo de plantaciones. "Por tanto, asienta a la población en el territorio y también cumple una función medioambiental", concluyó.