La presencia de mercurio, cadmio o plomo afectaron en 2016 "a todo tipo de alimentos", según Ecologistas en Acción

Pescado
JOSÉ ALBALADEJO ROS-AYUNTAMIENTO CARTAGENA
Publicado: jueves, 9 febrero 2017 12:21

   MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La presencia de mercurio, cadmio o plomo afectaron durante 2016 "a todo tipo de alimentos", incluido el pescado, según un informe de Ecologistas en Acción que recopila todas las notificaciones sobre contaminación por metales pesados en alimentos.

   La organización recopila desde 2005 los datos del sistema de alerta rápida para piensos y alimentos (RASFF, por sus siglas en inglés) y señala que este año se han presentado notificaciones que afectan "a todo tipo de alimentos".

   En total, en 2016 se notificaron 148 incidencias por metales pesados en alimentos, un 7 por ciento más que el año anterior y alcanzó a un mayor número de alimentos. De estas, 53 notificaciones fueron de alerta. La presencia de mercurio en el pescado y otros productos pesqueros son la primera causa de notificación, en la mayor parte de los casos con origen español.

   Las notificaciones de alerta se envían cuando hay riesgo grave de contacto con un alimento, pienso o material que está en el mercado y cuando es, o podría ser, necesaria una actuación urgente en un país distinto al país notificante.

   De las notificaciones, 99 fueron por contenido en mercurio en pescado y otros productos pesqueros. Y de esas 99 notificaciones, 68 casos de superación de mercurio en pescado tuvieron como origen España, la mayor parte de las cuales fueron notificadas por Italia (55).

   Para Ecologistas en Acción, la situación de inclusión permanente de España entre los diez primeros países más notificados en los últimos años y advierte de la alta incidencia de notificaciones por niveles de mercurio superiores a los límites legalmente establecidos.

   Esto se mantiene a pesar de los trabajos realizados por el punto de contacto español (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, AECOSAN) en el 2014 a partir de la experiencia española (véase página 10 del informe anual de 2014).

   Dichos trabajos, con la participación de España e Italia, permitirían profundizar en los aspectos técnicos de los controles que son la base para las notificaciones de mercurio en el pescado.

   Por ejemplo, se han alcanzado valores "muy superiores" a los máximos permitidos, con cantidades de hasta 5,01 mg/kg en filetes congelados de pez aguja azul (Makaira nigricans) procedente de España y detectado en Polonia; 6,7 mg/kg en quelvacho (Centrophorus spp) congelado procedente de Mozambique notificado por Portugal; y de hasta 10,1 mg/kg en lomos de merlín congelados (Makaira indica), procedentes de Vietnam y detectados en Italia.

   El nivel máximo de mercurio permitido según la normativa europea según la normativa comunitaria en productos pesqueros es de 0,5 miligramos por kilogramo. Sin embargo en especies como el atún se permite un nivel más alto, de un miligramo por kilogramo.*

   La organización advierte de que la situación es "mucho más grave" porque los límites establecidos por la Unión Europea (UE) son menos estrictos que los establecidos por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), y referidos a la ingesta máxima semanal de metilmercurio (1,6 microgramos por kg de peso corporal por semana).

   Este criterio se establece para proteger al feto en desarrollo expuesto al metilmercurio a través de alimentos contaminados ingeridos por la madre embarazada.

   Ecologistas en Acción y otras organizaciones ven positivo que la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (ENVI) haya votado por unanimidad la aprobación del texto final sobre el Reglamento de la UE sobre el mercurio, acordado por el Consejo Europeo y la Comisión Europea.

   Finalmente, señala que el voto de la UE podría afectar a la aplicación del Convenio Minamata de la ONU sobre el mercurio, que entrará en vigor 90 días después de que 50 países lo hayan ratificado. Hasta el momento, 35 países han ratificado la convención, pero ninguno de la UE.