BARCELONA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un total de 43 países de Europa y de la cuenca del Mediterráneo negocian compromisos de reducción en el consumo del agua de un 25 por ciento en veinte años, tomando como fecha límite el 2025, según se desprende del documento preparatorio para lograr hoy una declaración conjunta en Barcelona en materia hídrica.
De este modo, la IV conferencia ministerial Euro-mediterránea sobre el agua, que se clausura hoy en la capital catalana, pretende llegar a un documento marco que sirva para guiar las actuaciones de los países de la zona en cuestiones de agua, tal y como se estableció en Jordania en 2008, bajo la premisa de que el crecimiento poblacional, el aumento del consumo y el agravamiento del cambio climático dificultarán el acceso a este recurso en un futuro cercano.
Los objetivos buscados se encuadran en cuatro puntos principales, como son la mejora de la eficacia en materia de gestión integrada y gobernanza del agua, la adaptación al cambio climático --mejor gestión de inundaciones y sequías--, la garantía de acceso al suministro de calidad para todos y la financiación de infraestructuras y puesta en común de tecnologías que mejoren la gestión. Para ello, se pretenden adoptar objetivos fijando como plazos 2015, 2020 y 2025.
Uno de los objetivos más ambiciosos quiere lograr el compromiso regional de una disminución del 25% de la cantidad de agua que se consume, tomando como referencia el año 2005. El documento expresa que los progresos realizados por algunos países en esta materia muestran que se trata de un "objetivo asequible".
En declaraciones a los periodistas, la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa, señaló que éste es un tema de "gran complejidad", puesto que si bien algunos países se encuentran capacitados para lograr dicha reducción con la aplicación de tecnologías modernas, otros "pueden no tener ni agua suficiente para que llegue a la población".
En cualquier caso, Espinosa se mostró optimista sobre la posibilidad de que los 43 países lleguen a algún tipo de declaración conjunta hoy en Barcelona, que podría incluir objetivos de ahorro en cuanto se compartan experiencias y tecnologías, y añadió que se trata de un "gran reto" que España quiere asumir en su rol de presidencia semestral de la Unión Europea (UE).
La negociación sobre la declaración final se centra por ahora en algunos escollos de "carácter geopolítico", especificó la ministra, como sería la inclusión en los acuerdos de los territorios ocupados palestinos --algo sobre lo que Israel tiene objeciones--, o el marco que definirá la relación entre Turquía e Irak a cuenta de la cuenca de ríos compartidos que riegan la zona de Mesopotamia.
El secretario general de la Unión por el Mediterráneo (UpM), el jordano Ahmad Masa'deh, expresó durante la conferencia inaugural de la jornada que está convencido que el agua es "clave" para el funcionamiento de esta organización, además de para garantizar la paz y estabilidad futuras de la región. Por ello, dijo confiar en que la estrategia final permita "compartir recursos de manera equitativa", con la provisión de la financiación suficiente para emprender las infraestructuras necesarias.
Dicha necesidad de recursos fue también la petición expresada por el secretario de estado de recursos hídricos de Egipto, Hussein El Atfy, mientras que el secretario de Estado para la ecología de Francia, Pierre Louchelle, recordó que el agua es un recurso con una demanda creciente en el conjunto del Mediterráneo.
