Benedicto XVI invita a realizar cambios concretos en la vida y a no buscar culpables al dolor y sufrimiento

CIUDAD DEL VATICANO 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Papa Benedicto XVI invitó hoy, en este tercer domingo de Cuaresma, a que cada uno realice cambios concretos en su vida y no busque culpables de las desventuras, pues el dolor y el sufrimiento se debe interpretar desde el amor a Dios, "que es bueno y no quiere el mal".

"En Cuaresma, cada uno de nosotros está invitado por Dios a dar un cambio radical a la propia existencia pensando y viviendo según el Evangelio, corrigiendo alguna cosa en el propio modo de rezar, de actuar, de trabajar, y en la relación con los demás", explicó el Papa durante su visita a la Parroquia romana de San Juan de la Cruz en Colle Salario, antes de presidir el rezo dominical del Ángelus.

En este sentido, el Pontífice matizó que Jesucristo hace este llamamiento "no con severidad, sino porque está preocupado de nuestro bien, de nuestra felicidad y de nuestra salvación". Así, Benedicto XVI invitó a los pecadores a "evitar el mal, a crecer en su amor y a ayudar concretamente al prójimo necesitado, para vivir la felicidad de la gracia y no avocarse hacia la muerte eterna".

Asimismo, el Papa rechazó "la fácil tentación de considerar el mal como efecto del castigo divino" porque "Dios es bueno y no quiere el mal". Al respecto, puso como ejemplo a Jesús, al que pidieron explicaciones por diferentes eventos negativos que acontecieron en un mismo día e invitó a situarlos bajo la perspectiva de la conversión.

A juicio del Pontífice, estos hechos "no tienen que suscitar curiosidad o búsqueda de presuntos culpables, sino que tienen que representar una ocasión para reflexionar, para vencer la ilusión de poder vivir sin Dios, y para reforzar, con la ayuda del Señor, el compromiso de cambiar la vida".