¿Te conoces a ti mismo?

   MADRID, 16 Dic. (Myriam Quemada Clariana, psicóloga) -

   Le he preguntado esta semana a tres amigos si creían que se conocían a sí mismos, ¿qué crees que me han contestado?

   Invariablemente todos me respondieron que sí. Esto me sorprendió muchísimo, pues no es algo sencillo, esperaba al menos algún, "estoy en ello" o por lo menos un "creo que me conozco bastante", pero no. La respuesta final fue un tajante sí.

   La realidad es que no, que ninguno nos conocemos a nosotros mismos tanto como creemos. Vamos a ver por qué.

   Uno se va conociendo mientras es. No sé si te ha pasado pensar que serías un novio/a estupenda y luego sorprenderte a ti mismo discutiendo por una minucia o siendo desagradable con tu pareja. Lo mismo con la idea de ser padres, creemos que vamos a ser intachables y luego nos encontramos diciendo o haciendo cosas que perjurábamos no haríamos con nuestros hijos.

   Esto se puede explicar desde muchos prismas, uno de ellos es la sombra. ¿Qué es la sombra? Son todas aquellas características de nuestra personalidad que no aceptamos en nosotros mismos.

   Coge un papel y escribe en él todos los defectos que no tienes. "No soy egoísta" ¿Seguro que nunca has sido egoísta ante alguna situación? "No soy mentiroso". ¿Nunca? Esta es la sombra, todo aquello que crees que no eres, esa parte de ti que no ves. Si haces un ejercicio de sinceridad extrema contigo mismo, te darás cuenta de que tienes, al menos, un poco de ello.

   Pero, ¿por qué es importante hacer consciente la sombra? ¿Habéis visto alguna vez alguna persona que eche la culpa de lo que le sucede a los demás? Puede ser que la tome con su mujer o marido, con sus hijos o con personajes en las redes sociales. En el fondo, todos hacemos esto, estamos proyectando actitudes que no soportamos de nosotros mismos en los demás.

   Estate seguro que si te conocieras bien a ti mismo no criticarías a nadie. Este puede ser un buen barómetro de tu auto-conocimiento. A más juicio externo menos conocimiento interno.

   Si por ejemplo en la oficina tienes un compañero al que no puedes tragar, pregúntate, ¿qué es lo que no trago de él? Su prepotencia, su pedantería, lo que sea. Es muy posible que si eres sincero contigo mismo tú hayas sido de esa manera en alguna ocasión. Posiblemente te dolió tanto verlo, que lo ocultaste hasta que se hizo invisible para ti mismo.

   Cuando somos pequeños y nos educan, a menudo relegamos a ese espacio oscuro partes de nosotros. "No seas celoso de tu hermano, eso es de niños pequeños" ¿cómo vamos a poder admitir luego que tenemos celos? ¡Está fatal visto! De esta manera vamos reprimiendo sentimientos, deseos e impulsos. Estos lejos de desaparecer, van haciéndose más grandes, tan grandes que los podemos ver a kilómetros en los demás.

   Si la sombra es desagradable, escuece y nos deja en mal lugar ante nosotros mismos ¿por qué debería hacerme cargo de ella? Porque tu sombra eres tú. Sin ella no puedes evolucionar. Si no la acoges estas condenado a repetir los mismos errores una y otra vez. La vida sin hacerse responsable de la sombra es un fluir caótico en las relaciones con los demás. Cuando somos conscientes de lo que hacemos y provocamos, entonces podremos modificarlo, si ni si quiera lo vemos, nos encontraremos perdidos y confundidos. Y qué narices, siempre es mejor ver tú lo tuyo a que te lo diga otro desde fuera.

   Una vez integres tu sombra, podrás ver con mucha más claridad la de los demás y esto te dará una perspectiva más real de los acontecimientos.

   Soy consciente de que este tema puede resultar controvertido. Para observarlo, quizá, debiéramos darnos entonces un espacio suficiente*

   Aquí te dejo algunos trucos para integrar tu sombra:

   - Observa tus sentimientos exagerados respecto a los demás. "como puede ser tan desconsiderado mi marido/mujer" ¿En qué estoy siendo yo desconsiderado?

   - Estate muy atento al feedback negativo que te dan los demás, quienes nos sirven de espejo. "Tienes muy mal carácter" ¿lo tengo? Si te acusan varias personas de un mismo defecto, probablemente lo tengas, reconócelo.

   - ¿Provocas el mismo efecto perturbador en diferentes personas?, "vas siempre a tu bola" o "no te avisamos de los planes porque no dejas de hablar de ti mismo".

   - ¿Se te escapan frases que no querías decir o acciones contra otros que no eran tu "intención"? Si se te olvida constantemente llamar a esa persona, o en vez de decirle a la amiga de tu mujer "que salada" te sale, "que pesada", está hablando tú subconsciente.

   - Cuando te sientes humillado. "Me avergüenza su modo de tratarme" ¿Qué te está reflejando esa persona que en el fondo te da miedo reconocer?"¿complejo de inferioridad?, ¿problemas con la autoridad?, ¿sensación de falta de valía?

   - Observa tus enfados desproporcionados por los errores cometidos por los demás. "¡has llegado 10 minutos tarde!" ¿temo no ser suficientemente importante?

   - Cuando nos sentimos abrumados por la vergüenza o la cólera o cuando descubrimos que nuestra conducta está fuera de lugar. Acepta que ese que se equivoca también eres tú.

   Asume que tienes cualidades/virtudes y defectos, está bien así, esa mezcla es la que te hace ser el ser único e irrepetible que eres.

   "Nuestros actos fallidos son actos que triunfan, nuestras palabras que tropiezan son palabras que confiesan", Jaques Lacan

   "Hasta que no nos demos cuenta de que no nos damos cuenta, seguirá moldeando nuestro pensamiento y nuestra acción". R.D Laing