Las hermanas del otro sacerdote asesinado en Cuba creen que Mariano pudo descubrir "algo que no convenía"

Actualizado: lunes, 20 julio 2009 1:02

CABEZÓN DE LA SAL, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las hermanas de Eduardo de la Fuente, el otro sacerdote español que ha muerte este mismo año en Cuba, creen que Mariano Arroyo, el cura cántabro asesinado el pasado lunes en La Habana, pudo descubrir "algo que no convenía que trajera a España".

Así lo han manifestado en declaraciones a los medios Manuela, Rosa, Juana y Felisa que acudieron al funeral de Arroyo, oficiado hoy en su localidad natal de Cabezón de la Sal, presidido por el obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora.

"Yo pienso que quizá, pueden ser conjeturas, quizás Mariano ha descubierto algo que no convenio que lo trajera a España", aseveró una de las hermanas a los periodistas.

Según explicó, "por supuesto" que se iban a entrevistar con él para hablar sobre la muerte de Eduardo de la Fuente, cuyo cadáver apareció el pasado mes de febrero a las afueras de la capital cubana sin que hasta el momento se conozcan las causas de este homicidio. "Quizás el hombre, pobrecillo, no nos hubiera podido contar, porque allí está vetado todo. ¡Todo vetado, todo!", manifestaron.

Mariano Arroyo apareció el pasado lunes apareció ayer apuñalado y quemado en el municipio de Regla, en las afueras de La Habana. Su cadáver fue encontrado por los bomberos después de que el vigilante nocturno viera salir humo de la parroquia.

El cadáver tenía varias heridas provocadas, al parecer, con un objeto punzante, tenía las manos atadas y algunas partes de su cuerpo quemadas.

La Iglesia cubana descarta en principio que estas muertes están relacionadas con motivos políticos o religiosos, si bien la familia de Mariano ha cuestionado que la muerte del sacerdote cántabra fuera consecuencia de un robo.

Por otra parte, criticaron la información aparecida hoy en el diario 'El País' en la que se decía que la primera muerte, la de De la Fuente, fue a manos de un compañero sentimental que no conocía su condición de sacerdote, pues supuestamente se hacía pasar por empresario.

"Mi hermano estaba escuálido, calzaba albarcas rotas, no tenía dinero y llevaba la misma ropa que cuando estaba gordo, con un cinturón sujeta para que no se le calle", aseveró.