MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un total de 18 mujeres perdieron la vida el pasado año a manos de sus hijos, padres o algún otro miembro de su familia que no fuera su pareja o ex pareja, según datos oficiales a los que ha tenido acceso Europa Press. Esta cifra representa la peor de los últimos cinco años y supone un incremento del 50 por ciento respecto a las 12 víctimas registradas en 2005.
La secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, afirmó en declaraciones a Europa Press que estos casos son "más difíciles de tratar" al no haber ninguna denuncia que adviertan de ellos. "Si cuesta denunciar a la pareja, más aun a un hijo", añadió. No obstante, reconoció que a pesar de no estar amparados por la Ley contra la Violencia de Género, estos casos están "perfectamente incluidos" por el Código Penal, de ahí que "por el momento" no considera necesario cambiar la norma.
Concretamente, ocho mujeres murieron a manos de sus hijos y otras ocho a manos de algún otro familiar, mientras que dos de ellas perdieron la vida a manos de sus padres. Estas víctimas se unen a las 68 que el año pasado perdieron la vida a manos de sus parejas o ex parejas, lo que supone un incremento del 13,3 por ciento respecto al año pasado.
En total, casi un centenar de mujeres (979 han perdido la vida en 2006 a causa de la violencia familiar y de género, ya que otras 8 fueron asesinadas por hombres con lo que no tenían especial relación de parentesco (amigos o conocidos) y tres perdieron la vida a manos de un agresor del que se desconoce aún qué tipo de relación mantenían. El dato supone un crecimiento del 21 por ciento respecto al año anterior. Este año un varón, probablemente el hijo de la víctima, perdió la vida a causa de las agresiones hacia una mujer. Marzo, julio y agosto, con 13 víctimas mortales cada mes, fueron los periodos más sangrientos del año pasado.
VIOLENCIA DE GÉNERO
En cuanto a la violencia ejercida por parejas o ex parejas, cabe destacar que de las 68 mujeres fallecidas el pasado año, un 44,12 por ciento estaban en situación de ruptura o crisis, mientras que en 2005 el porcentaje era del 28,33 por ciento. Del total de fallecidas, un 29 por ciento eran extranjeras, porcentaje que se ha reducido respecto al año anterior. Sin embargo, la tasa de violencia que sufren, 11,50 extranjeras maltratadas por cada millón, es muy superior a la de las españolas (2,33).
En el caso concreto de la violencia de género, enero, marzo y agosto, fueron los meses en que mayor número de víctimas se registraron, con 9 víctimas en cada ocasión. Este año, Cantabria, Galicia, Navarra, La Rioja, Ceuta y Melilla, pueden celebrar que no han registrado ninguna víctima mortal por violencia de género. Por el contrario, Andalucía ha pasado de registrar 9 fallecidas en 2005 ha 20, copando el primer lugar de la lista de maltratadores. Le sigue Cataluña, que ha registrado 10 víctimas mortales; y la Comunidad Valenciana, con 8.
A pesar de estas cifras, Soledad Murillo señaló que "no se puede decir que la Ley esté fallando", ya que las medidas son "bastante endurecedoras" y lo que hace falta es que "las víctimas denuncien los casos".
"NO HABRÁ REGISTRO DE MALTRATADORES"
Además, descartó la posibilidad de crear un registro de maltratadores, a pesar de que el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, anunció que el Gobierno estudiaba esta posibilidad durante la presentación del Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género para 2007. Así, añadió que la evaluación y seguimiento que se hace de agresores y víctimas "queda en un ámbito interno, pero sin necesidad de hacer un registro".
Según su opinión, el problema es que "sigue habiendo mucho miedo" y cualquier mención a posibles debilidades de la Ley implantada por el Gobierno "hace que las mujeres se inhiban más". Por ello, Murillo insistió en la necesidad de "hacerles ver que se puede salir de los roles tradicionales", ya que estos son un "indicador de riesgo" que se incluye al hecho de que la mujer maltratada sea "una mujer utópica que piensa que puede cambiar a su marido".
Para ello, recordó que dentro de las medidas previstas para el próximo año se incluye la creación de nuevos juzgados específicos así como otras medidas indirectas que ayudarán a derribar estos roles tradicionales, como la futura Ley de Igualdad entre hombres y mujeres. Según Murillo, "las víctimas deben tener como referencia a mujeres que ocupen cargos públicos y tengan responsabilidades".