El Papa denuncia que la "pequeña minoría" cristiana en Turquía afronta "retos y dificultades" a diario

Actualizado: miércoles, 29 noviembre 2006 14:00


ESTAMBUL, 29 Nov. (EUROPA PRESS/Ildefonso González) -

El Papa Benedicto XVI recordó esta mañana, en la Santa Misa que ha ofrecido al aire libre en la Casa de la Virgen María ('Meryem Ana Evi' en turco), a la "pequeña minoría" cristiana en Turquía que, en su opinión, afronta "cada día no pocos retos y dificultades".

En una homilía pronunciada en italiano, pero que un obispo leyó después en turco, el Pontífice valoró que los cristianos que viven en este país se ven en ocasiones "probados por la dificultad y los peligros", como le ocurrió al sacerdote italiano Andrea Santero, asesinado en Trebisonda (noreste de Turquía) el pasado febrero, en plena 'crisis de las caricaturas'.

Santero, un misionero de 61 años que llevaba seis años en Turquía, fue abatido a tiros por un adolescente cuando rezaba en su iglesia. "Me gusta recordarle en esta celebración", sostuvo el Santo Padre. Por otra parte, dirigió palabras de ánimo a los cristianos turcos de las comunidades de Esmirna, Mersin, Iskenderun y Antalya, calificándoles como el "pequeño rebaño" de Cristo.

Turquía es, junto a Bielorrusia y Bosnia, uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que no respeta plenamente el derecho a la libertad religiosa que recoge su Constitución.

LA IGLESIA, "INSTRUMENTO PARA LA PAZ"

Benedicto XVI pidió, además, "una oración especial de paz entre los pueblos". En su opinión, las tres grandes religiones del mundo reconocen como "Santa" la tierra de Anatolia, "puente natural entre continentes". Por ello, invitó a musulmanes, judíos y cristianos a invocar la "paz y reconciliación" para sus pueblos.

"¡Paz para toda la Humanidad!", expresó el Sumo Pontífice, tomando como referencia a los profetas reconocidos por el Islam, el Cristianismo y el Judaísmo: Abraham, Isaac y Jacob. "Todos tenemos necesidad de la paz universal, y de esta paz la Iglesia está llamada a ser no sólo anunciadora profética, sino también señal e instrumento, añadió.

En este sentido, incidió en la lectura de San Pablo en la Carta a los Efesios, donde se habla de la paz que "sólo da Cristo". Benedicto XVI recordó que esta misiva fue escrita por el apóstol a la comunidad cristiana de Efeso cuando se encontraba prisionero.

El Papa hizo también un llamamiento a la unidad entre los cristianos y a la "plena comunión y concordia" entre los diferentes ritos, a los que definió como "expresión de variedad de la que está adornada la Esposa de Cristo, siempre que sepan convergir en unidad y dar testimonio de comunión".

Durante la Homilía, el Santo Padre se refirió, además, a la maternidad de la Virgen como Madre de Dios y Madre de la Iglesia, "iniciada desde el momento del fíat en Nazaret y reforzada por Jesús desde la Cruz nombrándola Madre de toda la Humanidad".

Por último, aludió a la oración mariana del Magnificat. Después de la Misa, Su Santidad ha visitado, junto a su séquito de cardenales, el convento de franciscanos capuchinos del santuario de 'Meryem Ana Evi'.