MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
La diputada de IU en la Asamblea de Madrid Inés Sabanés aboga por que PP y PSOE dejen de "encanallar el debate sobre inmigración" con fines electorales y partidistas.
Después de conocer que los ayuntamientos de Vic y Torrejón de Ardoz establecen requisitos para el empadronamiento de los inmigrantes en las localidades, la dirigente de izquierdas dice que el debate que se ha abierto en los últimos días "va más allá del padrón" y "requiere denunciar las ambigüedades calculadas de unos o de otros".
En opinión de Sabanés, la situación requiere "apelar a la responsabilidad de los dos partidos mayoritarios, que deben renunciar a encanallar el debate político sobre inmigración intentando obtener beneficios electorales o partidistas, porque a la larga, no corregir esta deriva será la peligrosa base de discursos xenófobos, demagógicos o populistas".
"Pienso firmemente que quiénes lanzan proclamas sobre el peligro de la inmigración y abogan por nuevas restricciones de derechos no lo hacen ni por la sanidad, ni por la educación, ni por la vivienda, ni por el interés común", defiende Sabanés en un post de su blog con fecha de 22 de enero de 2010.
En él también dice que estas proclamas "en el fondo benefician los intereses de los que se lucran con la inmigración, producen explotación y sacan provecho de la vulnerabilidad ajena". "De los que aceptaban la mano de obra precaria y olvidaron los derechos básicos de las personas", apostilla la dirigente de izquierdas.
Sabanés, que tacha de "mezquinos y tramposos" los debates sobre la "intolerable actuación de los Ayuntamientos de Vic o de Torrejón con el empadronamiento de inmigrantes" de los últimos días, afirma que "hay que restaurar con carácter inmediato la legalidad" en cuanto al Padrón.
"Entre otras cosas porque España tiene la obligación de actuar como un país civilizado removiendo cualquier obstáculo que impida el acceso a servicios y derechos básicos como la salud o la educación de todas las personas que habitan en nuestro país, con independencia de su situación administrativa", indica Sabanés en su blog.
NADA ES INOCENTE EN ESTE DEBATE
En opinión de Sabanés, a la vista de estos debates, "adquiere fuerza y actualidad la célebre frase de Max Frisch pronunciada en 1965: "Pedimos mano de obra... y llegaron personas". Así, a renglón seguido, indica que desde IU ya incorporaban esta reflexión en la
enmienda a la totalidad que presentaron en la última y "restrictiva" reforma de la ley de Extranjería, que "en realidad se llama sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, en enero de 2009".
"El Gobierno justificaba la reforma fundamentalmente para proceder a la trasposición de las directivas europeas a nuestro ordenamiento jurídico. ¿Qué directivas? pues la denominada de la vergüenza o de retorno que incorporaba políticas restrictivas en el ámbito europeo", indica Sabanés.
Sobre la reforma, afirma que "aunque reconocía a los extranjeros en situación irregular los derechos constitucionales de asociación, reunión, sindicación y huelga, aprovechaba la trasposición europea para un nuevo recorte de derechos y una visión utilitarista de la inmigración orientada sólo a nuestras propias necesidades productivas".
Asimismo, afirma que las argumentaciones a la ley de IU, decían que la reforma "venía además precedida de la aprobación de una ley de asilo contaminada de retazos derechistas". "En el fondo de estas reformas subyace un planteamiento que, en nombre de la crisis económica, establece una ecuación entre la regulación de los flujos inmigratorios y la coyuntura económica", afirma Sabanés, que considera que de esa manera, "se acaba por presentar a las personas inmigrantes como simple mano de obra, estigmatizando su figura y vinculándola a la ilegalidad, lo que suele ser la causa y consecuencia de la ignorante xenofobia".
"Así que no estamos en un debate técnico- jurídico y competencial sobre la pretensión de utilizar el padrón municipal para restringir derechos a los inmigrantes", defiende Sabanés, que indica que estamos "ante las consecuencias de las sucesivas reformas, cada vez más restrictivas, mezcladas con la irresponsabilidad política para intentar sacar rentabilidad electoral inmediata, azuzando si fuera necesario, el enfrentamiento entre distintas y diversas necesidades mucho más visibles en épocas de crisis económica".
Sabanés señala que "nada es inocente en este debate". "Ni cuando el alcalde de Vic (CIU) pretende que los vetos del Padrón se hacen con la sana intención de prevenir que la gente no vea la inmigración como un problema, ni cuando el de Torrejón (PP), el vicepresidente de la Comunidad o Esperanza Aguirre, pretenden argumentar que la pretensión es que los inmigrantes tengan condiciones de vivienda dignas".
Por ello, dice que desde la Ley de enero del año 2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, de la época del gobierno de José María Aznar "se han ido produciendo reformas, exactamente cuatro, todas ellas ya sin consenso".