MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Tres de los cuatro testigos del caso de Rimsha Masih, la adolescente cristiana paquistaní acusada de blasfemia, han informado este lunes de que no tienen evidencias para culpar al clérigo Jalid Jadoon Chishti.
Los testigos han declarado en Islamabab ante el juez Jawad Raja Abbas que la Policía los había coaccionado en un primer momento para registrar sus testimonios por escrito contra Jadoon, según ha publicado el canal de noticias paquistaní DawnNews.
Rimsha Masih, vecina de un barrio humilde a las afueras de Islamabad, fue encarcelada a mediados del pasado mes de agosto después de que algunos vecinos musulmanes la acusaran de haber quemado parte del libro 'Noorani Qaida', un manual infantil de introducción al Islam que contiene versículos del Corán.
Jadoon, quien lanzó la acusación sobre Masih, fue detenido el pasado 1 de septiembre después de que varios testigos aseguraran inicialmente que habían visto cómo el clérigo introducía páginas del Corán en una bolsa de plástico que tenía Masih con cenizas con el supuetso objetivo de inculparla.
Los testigos, Hafiz Zubair, Hafiz Awais y Jurram Shahzad presentaron este lunes sus declaraciones juradas en las que niegan haber presenciado tales hechos y subrayan que en un primer momento la Policía los había torturado y obligado para que emitiesen dichas afirmaciones contra el imán.
Pero el jefe de la Policía de Islamabab, Bin Yamin, ha dicho que los responsables de la investigación no presionaron a los testigos para que vertieran declaraciones falsas y que si ahora cambian sus testimonios es porque "están mintiendo".
RIMSHA MASIH
El caso de Rimsha Masih, arrestada el pasado 18 de agosto bajo la ley paquistaní contra la blasfemia, ha ganado gran atención por las conjeturas hechas en torno a su edad y a su capacidad mental.
Tras haber estado en prisión durante varios días, el 7 de septiembre un tribunal de Islamabab le concedió la libertad bajo fianza y el día 8 fue trasladada a un lugar no especificado de la capital paquistaní bajo la custodia de la Policía.
Masih pertenece a la comunidad cristiana y se ha dicho de ella que padece síndrome de Down. El arresto de la chica también ha provocado un éxodo de cientos de cristianos de su barrio.
La blasfemia es un tema extremadamente delicado en Pakistán, donde el 97 por ciento de la población es musulmana. Las acusaciones de profanación del Corán o los insultos hacia el Islam a menudo provocan la ira de los ciudadanos.
