MÁLAGA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Un total de siete personas han declarado este viernes como testigos ante la Fiscalía de Menores sobre los detalles que conocen de las horas previas y posteriores a la muerte de María Esther Jiménez, de 13 años, en la localidad malagueña de Arriate el pasado mes de enero.
Según ha asegurado la abogada de la familia de la niña, Bárbara Royo, se trata de personas que ya declararon como testigos ante la Guardia Civil al inicio de la investigación. En este punto, la letrada ha precisado en declaraciones a los periodistas que "básicamente se han ratificado en lo que dijeron" en su momento.
Entre los siete testigos hay adultos y menores, compañeros o amigos de la joven fallecida. La próxima semana está previsto que se celebren más declaraciones de testigos, "también para construir lo que pasó y dar un poco de apoyo a las pruebas biológicas, que las hay", ha dicho la abogada.
Ha afirmado que las declaraciones no son "esclarecedoras", aunque ha incidido en que se trata de hacer una cronología de los hechos. Además, ha asegurado que de momento no está concretado si se trata de un homicidio o de un asesinato, algo que, ha apuntado, "habrá que ver más adelante", analizando, entre otros elementos, la autopsia.
La madre de una de las amigas y vecina de María Esther ha asegurado a los medios que la niña iba muchas veces a su casa, pero ha indicado que el día de los hechos no estuvieron juntas, porque su hija se fue con un familiar a un pueblo cercano y cuando volvió "ya se quedó en casa". Ha manifestado que el pueblo "está tranquilo".
HECHOS
María Esther desapareció el 19 de enero y para su búsqueda se puso en marcha un dispositivo especial por los cortijos y alrededores de la localidad para encontrarla. Finalmente, su cuerpo fue hallado un día después en el interior de una caseta asociada a una piscina en las afueras de Arriate.
La autopsia realizada a la menor confirmó que se trataba de una muerte violenta, además de que presentaba un traumatismo craneoencefálico. La Guardia Civil peinó la zona en busca de pruebas e interrogó a gran número de personas para esclarecer los hechos, algunas de las cuales comparecen en estos días ante el fiscal.
Un joven, de 17 años y con iniciales R.V.R., residente en el municipio, fue detenido en relación con este crimen. El Juzgado de Menores número 1 acordó su internamiento preventivo en régimen cerrado, después de que la Fiscalía y la acusación particular, en representación de la familia de la víctima, lo solicitaran.
La Ley del Menor establece que el tiempo máximo de la medida cautelar de internamiento es de seis meses, prorrogable por otros tres meses. El menor detenido, al que se le imputa un delito de homicidio o de asesinato, se negó a declarar ante la Guardia Civil y en la comparecencia en la Fiscalía de Menores.
