ALMERÍA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de cuatro años de prisión para Ludmila N., una mujer que regentaba un club de alterne ubicado en Adra (Almería) y a la que la Audiencia Provincial condenó por traer de manera irregular a España a ciudadanas de nacionalidad rusa a quienes pagaba el pasaje y ayudaba a falsificar documentos para, después, emplearlas en su local.
La sentencia del Alto Tribunal, a la que tuvo acceso Europa Press, desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa de la acusada contra el fallo de la Sección Tercera, que condenó, asimismo, al compañero sentimental de Ludmila N., un hombre identificado como Manuel M.J., a dos años de prisión por el mismo delito.
Rechaza el Supremo que, tal y como sostiene la recurrente, no quedase acreditado en el juicio que ella favorecía la entrada en territorio nacional de mujeres de nacionalidad rusa en situación irregular y que, además, sufragaba los gastos del viaje, y subraya el contenido de intervenciones telefónicas obrantes en la causa en las que aparece dando instrucciones a una de las mujeres para volver a España de manera ilegal tras haber sido expulsada.
Subraya, asimismo, como prueba los documentos intervenidos en la entrada y registro en el domicilio de la acusada, en los que se reflejan envíos de dinero a Rusia o el que fuese titular del club 'Alameda' donde fueron identificadas en junio de 2008 nueve ciudadanas rusas en situación irregular aunque, según aseguró Ludmila N., hubieran venido con o sin su ayuda.
La Audiencia Provincial de Almería condenó a un total de seis años de prisión a Ludmila N. y Manuel M.J. por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros aunque los absolvió del delito de prostitución por el que también fueron juzgados. Durante el transcurso de la investigación que se realizó por parte de la Policía Nacional, un control en club 'Alameda' permitió identificar a nueve mujeres de nacionalidad rusa indocumentadas y en situación irregular.
Según el tribunal de la Sección Tercera, la acusada, con la colaboración de su compañero, enviaba dinero a Rusia en donde mantenían diferentes contactos para propiciar la entrada de mujeres en España. Así, se llegaron a producir al menos dos viajes a los aeropuertos de Barcelona y Madrid, en los que Ludmila N. esperaba su llegada, les facilitaba un pasaporte falso para pasar la aduana, y después les acompañaba hasta Almería en autobús.
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