Revisará la colocación de vallas en obras para garantizar más seguridad
BARCELONA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
La concejal de Prevención, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Assumpta Escarp, reclamó hoy no generar "alarma" tras el tiroteo de anoche en el que resultaron heridos dos agentes de los Mossos d'Esquadra, y después del doble crimen del lunes en el bar Joan, ambos sucesos en el Eixample.
Lo dijo en el pleno donde los grupos aprobaron por unanimidad una proposición transaccionada sobre seguridad que el PP había pedido incluir por la vía de urgencia tras el doble crimen. En el debate, expresaron el pésame y lamentaron ambos sucesos, y Escarp deseó en declaraciones a los periodistas que el texto sea de exigencia y no sólo de condena a la violencia.
En el pleno, dijo que los poderes públicos deben ser garantes de la seguridad y no generar alarma, sino confianza. Según ella, los hechos "han golpeado a la ciudad por su violencia", y admitió que "no ayudan al sentimiento de seguridad y bienestar" de la ciudad.
Ante ello, destacó que el pleno "hace lo que debe" para denunciar los sucesos y exigir a la vez compromiso a la Generalitat. En la misma línea se manifestó el alcalde, el socialista Jordi Hereu, quien concluyó: "El pleno está a la altura de lo que la ciudad y los barceloneses exigen".
El texto incluye detectar la sensación de inseguridad de los comerciantes, y revisar la colocación de vallas por las obras, después de que el doble crimen ocurriese cerca de los trabajos del AVE. Escarp recordó que anoche lo aplicó en la sede del distrito del Eixample con vecinos y comerciantes que están atemorizados, y que se trabaja con los Mossos contra los robos con violencia.
Los grupos acordaron profundizar en la coordinación entre Mossos y Guardia Urbana --que se puso en entredicho con el caso Vilaró-- y con la administración de Justicia, en el marco de la Junta Local de Seguridad que se convocará los próximos días, explicó Escarp a los periodistas.
MÁS MOSSOS
También pidieron cumplir la ratio de 2,5 agentes de Mossos por cada 1.000 habitantes que aprobó el Parlament por unanimidad, lo que supone 4.095 agentes, y que ahora suman 2.634, criticaron el portavoz de CiU, Joaquim Forn, y el líder del PP, Alberto Fernández Díaz, quien ha hecho esta petición varias veces. Además, el texto afianza el compromiso de convocar 1.000 plazas de Urbana.
Fernández Díaz defendió que Barcelona necesita "más policía en la calle" para garantizar la libertad, y reiteró su discurso de "mano dura" y máxima severidad contra la impunidad de los delincuentes. Forn reprochó a Hereu que durante años dijeron que "la inseguridad no se resolvía con más policía en la calle" y vio "inadecuada" la actual coordinación entre Mossos y Urbana.
El Gobierno municipal no pudo cumplir su deseo de que la proposición, que leyó Fernández Díaz, fuese una declaración institucional, ante lo que intervino Jordi Portabella (ERC) por un texto de consenso. "Nosotros nos reconocemos literalmente en buena parte de la moción", afirmó en el pleno, y destacó que permite generar un clima de trabajo.
El debate se desarrolló en un tono conciliador en contraposición al de la crisis, destacó el edil Joaquim Mestre (ICV-EUiA), quien dijo no compartir la tesis de mano dura del PP, pero que hoy no polemizarían. Añadió que el despliegue de la Urbana va en paralelo al de los Mossos, al frente de los cuales está el conseller de Interior, el también ecosocialista Joan Saura.
En el marco de una pregunta sobre seguridad, Portabella cuestionó la instalación de cámaras de videovigilancia, que suponen "un retroceso muy importante e indiscriminado" para la intimidad de los barceloneses. Según Escarp, la legislación es muy restrictiva, y son elementos que no sustituyen a la policía sino "un elemento más" de seguridad.
