BARCELONA, 16 May. (EUROPA PRESS) -
Las últimas cuatro familias que seguían ocupando los números 244 y 246 de la calle Cristóbal de Moura del barrio del Besòs en Barcelona han sido desalojadas a primera hora de este jueves sin que se hayan producido incidentes.
Un dispositivo policial de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona con unidades de seguridad ciudadana y orden público han acompañado este jueves a la comitiva judicial que ha procedido a efectuar el desalojo, que ha empezado a las 8.00 horas y solo se ha encontrado con alguna resistencia inicial al abrir la puerta.
Estos dos bloques, propiedad del Incasòl, estaban ocupados desde enero de 2011, y las 41 viviendas han tenido personas ocupando en algún momento, si bien este jueves la mayoría se habían marchado porque sabían que el desalojo era inminente.
Muchos de ellos eran de origen rumano, según fuentes conocedoras del caso, y habían protagonizado algunos incidentes y problemas de convivencia en la zona, además de llevarse parte de los equipamientos del bloque, han asegurado los vecinos.
Según fuentes del Incasòl, las 41 viviendas, de protección social y que nunca llegaron a otorgarse, deberán ser rehabilitadas porque han sufrido desperfectos y en algunos casos pillaje por parte de sus moradores, y de momento quedarán tapiadas y bajo vigilancia hasta que se reparen y adjudiquen.
El tercer bloque de la manzana, en el número 248, está cedido al Patronato Municipal de la Vivienda y ya había sido desalojado semanas antes.
LAS FAMILIAS PIDEN AYUDA
Uno de los desocupados, Vicente Jiménez, ha explicado a los medios de comunicación que llevaban dos años viviendo en esta casa, que la tenían bien cuidada y que entraron porque estaban abiertas y no tenían adonde ir, por lo que ahora se sienten desamparados.
El hombre, que tiene dos hijos y su mujer embarazada de ocho meses, que solo viven del Pirmi de 600 euros que recibe ella, ha sido atendido por los servicios de emergencias sociales del Ayuntamiento desplazados al lugar, y ha pedido ayuda para tener un alquiler social: "No somos salvajes, queremos una vivienda digna".
Otro de los desalojados, Jonatan, que vivía en el inmueble con su mujer y sus cuatro hijos, ha explicado que ellos siempre han cuidado sus viviendas pero que había otros habitantes que "lo han roto todo" y lo han ido robando, con quienes se han tenido que enfrentar en varias ocasiones y han tenido problemas.
"Queremos luchar por algo, queremos tener algo para nuestros niños", ha reclamado el padre, que ha lamentado que no les están dando soluciones pese a que han trabajado para acondicionar las viviendas y cuidarlas.
Durante el dispositivo, los servicios de emergencias sociales han atendido a las familias y les han ofrecido quedarse hasta el martes en una pensión y ocuparse de la manutención, a lo que al menos una se ha acogido y el resto se han mostrado dispuestas.
Entonces, las familias serán derivadas a los servicios sociales ordinarios, que deberán estudiar caso por caso para determinar si se les puede adjudicar un alquiler social u otras ayudas, ha detallado a Europa Press el director de los Servicios Sociales, Jordi Sánchez.
