Desarticulada en Córdoba una red internacional que estafó más de un millón de euros a ciudadanos extranjeros

Actualizado: jueves, 1 febrero 2007 10:55

CÓRDOBA, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil de Córdoba ha culminado la 'Operación Titto', que se inició en el mes de junio, con cinco nuevas detenciones --en las localidades de Lucena y Málaga--, dando por desarticulada una organización internacional dedicada a la estafa de ciudadanos de diversos países y que logró apropiarse de más de un millón de euros mediante el procedimiento de 'carta nigeriana', si bien no se descartan nuevas detenciones.

Según informó la Guardia Civil en un comunicado remitido a Europa Press, en esta segunda fase de la operación se han realizado cuatro registros domiciliarios, se ha intervenido dinero en efectivo y en diversas cuentas bancarias, documentación falsa, gran cantidad de documentos empleados en la estafa, y abundante documentación.

Los detenidos son I.A., de 30 años y de nacionalidad nigeriana, el cual se encontraba en libertad provisional al haber sido detenido en la primera fase de esta operación; F.A.G.C., de 48 años de edad y nacionalidad española, ambos detenidos en Lucena; C.C.U, de 33 años de edad, y S.A., de 29 años de edad, ambos de nacionalidad nigeriana; A.E.G., de 23 años y nacionalidad española. Estos tres últimos fueron detenidos en Málaga.

La célula estaba integrada principalmente por personas de países africanos como Nigeria y Camerún, aunque posteriormente, también se ha detectado la participación de ciudadanos de nacionalidad española. La base de operaciones estaba situada en Córdoba, pero también actuaban desde otras provincias de Andalucía, el Levante, Castilla La Mancha y Madrid.

El grupo estaba perfectamente organizado, distribuyendo tanto la autoridad como los cometidos entre sus componentes de una manera jerarquizada, en la que los elementos que actuaban en el escalón inferior no conocían a los componentes que formaban los escalones superiores. El contacto entre unos escalones y otros se realizaba a través de enlaces que restringían la información facilitando la estrictamente necesaria en sentido ascendente y descendente.

La mayoría de los miembros de la organización disponían de varios juegos de documentación falsa, con las que realizaban las operaciones bancarias necesarias sin levantar sospecha.

En un primera Fase, desarrollada en el mes de junio y julio, la Guardia Civil detectó que un grupo de personas de nacionalidad camerunesa y nigeriana, que habían realizado varias operaciones de reintegro de importantes cantidades de dinero en algunas localidades del sur de la provincia de Córdoba, siendo localizados en Lucena.

En el momento de la detención portaban gran cantidad de dinero, procedente de transferencias recibidas desde el extranjero, que no pudieron justificar y utilizaban documentación falsa para retirar el dinero.

Finalmente, fruto de esta actuación, fue detenido en Montilla (Córdoba) A.O.A., de nacionalidad nigeriana, cuando intentaba sacar dinero proveniente del Reino Unido en una cuenta abierta con documentación falsa; a J.H.N.B. e I.A., de nacionalidad camerunesa y nigeriana respectivamente, en Lucena (Córdoba), al comprobarse que los mismos portaban documentación falsa y que todos se dedicaban a estafar a ciudadanos de países de Europa y del Norte de América, mediante el procedimiento de "carta nigeriana".

En julio, s detuvo a R.O., de nacionalidad nigeriana, en Jaén, cuando se disponía a retirar una importante cantidad de dinero de una de las cuentas bloqueadas, haciéndose pasar por la persona detenida en Montilla en junio, portando para ello documentación falsificada a su nombre.

Ya en agosto, la Guardia Civil volvió a detectar a otros miembros de la organización comprobando que la organización había cambiado parte de su "modus operandi" inicial. Así, la red había captado a una persona española en Lucena, siendo esta persona, ahora, la encargada de abrir cuentas en diferentes entidades bancarias de la provincia, donde posteriormente se recibían las transferencias del dinero procedente de la estafa. Además, era la encargada de justificar los ingresos en las cuentas.

Las cantidades de dinero recibidas, eran entregadas a los escalones superiores de la organización, a través de la persona que hacía funciones de enlace, restando una cantidad proporcional en concepto de comisión, que era repartido entre el español que formaba el escalón inferior y el enlace. Asimismo, los agentes comprobaron que el dinero era llevado por el enlace a Málaga. Posteriormente, el dinero era enviado a otros integrantes de la célula en Nigeria.

La segunda fase se llevó a cabo a finales de la semana pasada de forma simultánea en Lucena y Málaga, deteniendo a cinco personas más en Lucena y Málaga, requisando además, numerosa documentación y dinero. La red obtuvo ingresos superiores a un millón de euros, donde al menos han sido estafados 92 ciudadanos de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia, Holanda, Suecia, Suiza y Japón, entre otros.

Como resultado de la actuación han sido detenidos un total del 8 personas entre junio del pasado año y enero de 2.007, ha sido intervenido unos 100.000 euros, y se ha incautado gran cantidad de documentación falsa y documentos imprescindibles para cometer la estafa. La Guardia Civil considera que la célula que actuaba desde Córdoba ha sido completamente desarticulada, aunque no se descarta que el análisis de la documentación intervenida, derive en nuevas actuaciones policiales.

MODUS OPERANDI

La estafa se realizaba mediante el envío de miles de cartas a ciudadanos de varios países de Europa y América, en las que se les comunicaba que habían sido agraciados en un sorteo promocional de la Lotería Primitiva Española. La elección de las personas destinatarias de las cartas, así como sus direcciones, era realizada al azar, obteniendo la información de bases de datos públicas como la guía de teléfonos.

En la carta se incluían dos documentos, el primero consistía en una comunicación, aparentemente oficial, del Organismo Español Loterías y Apuestas del Estado, donde se le informaba del premio con el que había sido agraciado, utilizando en la misiva logotipos idénticos a los reales, y donde se indicaban las instrucciones que debían seguir para recibir el premio. El segundo documento se trataba de un impreso, también aparentemente oficial, con logotipos idénticos, de la Compañía de Seguros encargada de tramitar el premio, para rellenar por el destinatario con sus datos personales y los datos bancarios donde deseaba recibir el dinero.

Las personas estafadas, se ponían en contacto con el supuesto agente de seguros que se les indicaba en la carta, informándoles éstos de los pasos a seguir para recibir el dinero. Si bien en un primer momento, en la comunicación inicial se les informaba que tendrían que pagar un 10 por ciento una vez hubieran recibido el premio, pronto el supuesto agente de seguros comunicaba la existencia de problemas derivados de tasas, comisiones y gastos de tramitación que debían pagar antes de recibir el premio.

Estos gastos eran afrontados por los estafados mediante transferencias de importantes cantidades de dinero a cuentas de integrantes de la organización, abiertas con documentaciones falsas y que era retirado inmediatamente el mismo día de ser recibido