El grupo usaba mazos con brocas soldadas para reventar escaparates de joyerías en un minuto
BARCELONA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El grupo de ladrones 'exprés' detenido por los Mossos d'Esquadra que presuntamente se dedicaba a reventar escaparates de joyerías de la zona alta de Barcelona con un mazo de cinco kilos recibía encargos desde la exYugoslavia, donde iba a parar todo lo que robaba.
En declaraciones a los periodistas, el inspector subjefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, Xavi Sánchez, ha explicado que para escoger un objetivo "buscaban y rebuscaban" durante semanas y no se limitaban a seleccionar una joyería de lujo cualquiera.
Los detenidos son dos hombres: Ivan A., de 37 años y de nacionalidad bosnia, Ladislau G., de 43 años, que acumulan un historial delictivo con cinco y ocho antecedentes, y una mujer, Nataliya M., de 32 y de Ucrania, novia de uno de ellos y que era quien les guardaba los objetos robados.
Los dos hombres lograban saquear los escaparates en poco más de un minuto gracias a un mazo de unos cinco kilos a los que se le habían soldado brocas en los extremos para multiplicar su potencia para destrozar cristales de seguridad.
SISTEMA "SINGULAR"
Según el inspector, este es un sistema "singular" e innovador que no se habían encontrado antes, y logra multiplicar la efectividad de los ladrones pese a que las joyerías instalen los cristales reglamentarios, ya que con cuatro o cinco golpes era suficiente.
Este tipo de mazo con brocas para acero y cemento "aplicada con mucha fuerza rompe un cristal blindado", dejando un agujero por el que los ladrones metían la mano para llevarse las joyas --protegidos con guantes y ropa apropiada--, logrando botines de hasta 60.000 euros.
Por ello, los investigadores apodaron al encargado de usar el mazo 'el picador', que actuaba mientras su compinche vigilaba y no dudaba en usar una pistola simulada para amedrentar a los dependientes y clientes que observaban la actuación.
Según Sánchez, nunca nadie resultó herido en sus golpes, pero los testigos se quedaban "tan parados" al verles llegar y actuar con tanta contundencia que su capacidad de actuación quedaba muy limitada.
HUIDA A TODA VELOCIDAD
Justo después de hacerse con las joyas, los delincuentes huían a toda velocidad, sin dudar en circular en sentido contrario, casi siempre en motocicleta o en coches que robaban previamente, y abandonaban el mazo para evitar ser descubiertos, por lo que la policía ha podido recuperar estas herramientas.
La operación Thor, bautizada con este nombre por el dios de la mitología nórdica y germánica que llevaba consigo un gran martillo, se inició hace unos meses y culminó con las detenciones el 14 de abril y dos registros donde se recuperó parte del material robado.
Los ladrones llevaban actuando desde finales de 2010 y lograron hacerse con un botín de 440.000 euros, según los cálculos de los Mossos.
Les atribuyen nueve robos en joyerías de la zona del Turó Park y alrededores, y un robo en la tienda de Luis Vuitton, de donde se llevaron numerosos bolsos de más de 2.000 euros, por lo que dos de ellos ya están en prisión.
