VALENCIA 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una fuerte explosión sorprendió a Francisco, un hombre de 67 años vecino de Valencia, cuando estaba en plena ducha. Acababa de lavarse la cabeza cuando escuchó un gran estruendo y una parte del techo del cuarto de baño se le cayó encima.
"Parecía una bomba. Se vino todo abajo y no me di cuenta exactamente de lo que había pasado hasta que salí del baño", indicó a Europa Press Televisión Francisco, quien señaló que la explosión ha causado grandes daños en la vivienda en la que vive alquilado, pero que lo importante es seguir con vida.
"Estoy vivo, y esta noche voy a celebrar en casa de mi hermana la Nochebuena. Ya le he dicho que compre una buena botella de champán a mi salud", destacó.
La explosión se debió, según indicó Francisco, a una acumulación de gas. El hecho de que estuviera resfriado pudo hacer que el hombre no notara ningún olor extraño que le alertara del escape. Esta acumulación pudo deberse a un mal funcionamiento del enganche que une la bombona y la goma de conducción. Al activar el agua caliente, la llama del calentador pudo entrar en contacto con el gas acumulado y provocar la explosión.
Por fortuna, la bombona de butano no llegó a explotar. De hecho, la prioridad de Francisco nada más caerle encima el techo, fue salir corriendo de la ducha, desnudo y descalzo, para apagar la botella. "Tenía miedo de que estallase la bombona, y descalzo y pisando cristales, llegué hasta la galería y pude eliminar el gas", explicó. De hecho, el hombre tiene cortes en los pies que le obligan hoy a llevar dos calcetines para amortiguar la pisada.
Francisco no se considera un valiente por haber ido corriendo a apagar la bombona. "Miraba que si estallaba no me iba yo, nos íbamos todos", dijo en relación a los vecinos de su finca. Afirma que tampoco tuvo miedo, y que si lo hubiera tenido no hubiera sido capaz de llegar hasta las bombonas. "Ahora lo que siento no es miedo, es dolor en la espalda y en los pies", agregó.
"Me duele todo el cuerpo, estoy medio sordo y pierdo el equilibrio", agregó este hombre, quien comentó que un trozo del techo le cayó encima y cuando salía del baño, otra parte se desprendió y le golpeó en una pierna.
HUEVOS ROTOS EN LA NEVERA
La explosión fue tan considerable que incluso llegó a romper los huevos que se encontraban en el interior de la nevera. Así, saltaron todos los cristales de la casa, a excepción de los de la habitación de Francisco, se cayó el techo del cuarto de baño, los azulejos de la cocina, los ventanales, y algunos tabiques están prácticamente al aire. Dos de las viviendas colindantes también sufrieron pequeños desperfectos.
Francisco se considera un afortunado y dice que ha vuelto a nacer. Y no es la primera vez que ocurre, ya que sobrevivió a un atropello y a una trombosis hace algo más de un año. "Ahora he vuelto a nacer de nuevo y soy el más joven de la barriada, con sólo unas horas de vida", concluyó.