EUROPA PRESS
MADRID, 29 (EPTURISMO) -
¿Qué hacen 22.000 personas con 160.000 kilos de tomates maduros? Ya que comerlos no, sólo queda una posibilidad: liarse a 'tomatazo limpio' en una de las batallas campales más pacíficas y famosas a nivel internacional de nuestro país: La Tomatina.
La cita en la ciudad valenciana de Buñol ha sido este miércoles, 28 de agosto, como cada último miércoles del mes, un día en el que esta fruta sale de las ensaladas españolas para convertirse en un arma arrojadiza que tiñe de rojo tanto el municipio como a sus participantes.
Aquellos que quieran participar en este evento han debido abonar 10 euros para adquirir su entrada, o mejor dicho, para pagar la tasa municipal impuesta por el Ayuntamiento de Buñol.
El aforo limitado a 22.000 personas, desde el año 2013, para evitar colapsos y ganar espacio, se constituye una fuente de ingresos complementaria para la financiación del evento.
Con el aforo limitado se pretende "devolver" la fiesta a los habitantes de Buñol, sin dejar de lado a los demás participantes internacionales, ya que también resultaba injusto que personas que venían de tantos miles de kilómetros de distancia no pudieran participar en la fiesta.
ORÍGENES
Surgida a raíz de una broma en 1945, la Tomatina ha llegado a convertirse en fiesta de Interés Turístico Internacional y cita ineludible para muchos.
La versión más fiable cuenta que todo comenzó en la plaza de la ciudad donde se celebraba la tradicional fiesta de 'Gigantes y cabezudos' y la plaza estaba llena de jóvenes que decidieron que querían unirse a la comitiva del desfile. Pero la comitiva no estaba dispuesta a aceptar ese hecho, lo que provocó un forcejeo entre los participantes del desfile y los jóvenes.
Por pura casualidad en la plaza había un puesto de verduras con cajas que mostraban los productos a la venta, y lo jóvenes decidieron defenderse lanzando tomates y la comitiva respondió del mismo modo.
Al año siguiente, los jóvenes volvieron a causar el mismo altercado, aunque de forma voluntaria y portando los tomates de su casa. Durante esos años, esta fiesta fue prohibida en varias ocasiones, hasta que en 1959 se decide autorizar de forma anual.
FAMA MUNDIAL
Esta batalla vegetal comenzó a ser conocida en España gracias al reportaje de Javier Basilio, emitido en el programa Informe semanal de TVE en 1983. El éxito llevó a que La Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo.
De hecho, esta fiesta es capaz de atraer a turistas de todas las partes del mundo para poder tomar parte durante unas horas de esta curiosa contienda. El núcleo duro de asistentes tomateros lo componen jóvenes entre 18 y 35 años.
Australianos, japonenes por increíble que parezca, británicos, españoles y estadounidenses e incluso turistas procedentes de países como India, Polonia, Trinidad y Tobago, Fiji, Bahamas o Yemen, recorren miles y miles de kilómetros desde sus para presenciar una de las fiesta más populares y curiosas del verano en nuestro país.
PAQUETES TURÍSTICOS
Debido a su popularidad, cada año se comercializan paquetes turísticos a Buñol desde varias ciudades españolas, como Valencia, Gandía, Benidorm, Madrid o Barcelona.
Los paquetes más baratos incluyen la entrada, el autobús, la ducha y la camiseta oficial de la 'Tomatina' desde 50 euros y hasta los 115 euros en función de la ciudad de origen. Aunque si se reserva con tiempo, el precio puede rondar los 30 euros. También existen ofertas que incluyen desplazamiento, camping, comida y bebida por menos de 200 euros.
