Luces, historia y un brindis por el mundo: la ruta definitiva de cócteles por las capitales de la Navidad

Estrasburgo (Francia) en Navidad
Estrasburgo (Francia) en Navidad - COINTREAU
Europa Press Turismo
Publicado: jueves, 18 diciembre 2025 13:15

MADRID 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Existen lugares que solo revelan su verdadera alma cuando llega el invierno. Viajar en Navidad no es solo un desplazamiento geográfico, es una inmersión en tradiciones que transforman ciudades enteras en escenarios de ensueño.

Ya sea bajo el rascacielos de una metrópolis vibrante o entre los muros de piedra de la vieja Europa, el espíritu de diciembre se manifiesta a través de los sentidos.

De la mano de la famosa marca francesa Cointreau, exploramos los paisajes navideños que han marcado la historia del viajero moderno, maridando cada destino con cócteles que destilan su esencia más pura. Prepárate para descubrir una ruta donde el brindis es el mejor mapa y cada sorbo nos transporta a un rincón del mundo con alma propia.

1ª PARADA: Nueva York, Estados Unidos

Si la Navidad tuviera un escenario cinematográfico, sería Nueva York. Es energía pura, una coreografía de luces interminables y una metrópolis que celebra a lo grande. Pasear por la Gran Manzana en diciembre es asistir a un espectáculo constante: desde las vitrinas de la Quinta Avenida, que compiten en creatividad como auténticas galerías de arte efímero, hasta el icónico Árbol del Rockefeller Center, cuya iluminación marca oficialmente el latido de la temporada.

Patinar sobre el hielo en Central Park mientras el skyline se recorta contra el frío atardecer es una experiencia que trasciende lo turístico para volverse memoria viva.

Ese glamour urbano y vibrante, que mezcla el asfalto con la purpurina, inspira 'El Cóctel de mi Árbol'. Una creación tan emblemática y audaz como la propia ciudad, diseñada para quienes viven la Navidad con brillo, descaro y ese toque de sofisticación que solo se encuentra entre rascacielos.

2ª PARADA: Estrasburgo, Francia

Conocida con orgullo como la 'Capital de la Navidad', Estrasburgo es el corazón donde late la tradición más pura del Viejo Continente. Sus canales, los puentes de piedra y las fachadas de entramado de madera parecen sacados de una ilustración de época.

El mercado de Christkindelsmärik, el más antiguo de Francia, envuelve al viajero en una nube sensorial de canela, jengibre y vino caliente con especias. Al caer la noche, la iluminación de la Catedral de Notre-Dame baña de oro las calles empedradas, creando un refugio de calidez frente al invierno alsaciano.

Aquí, donde la tradición se respira en cada esquina, buscamos el confort en un clásico contemporáneo que nunca falla: el 'Espresso Martini'. La intensidad del café y la suavidad del licor ofrecen el contraste perfecto para entrar en calor tras una jornada recorriendo los puestos de artesanía local.

3ª PARADA: Praga, República Checa

Praga en diciembre es pura fantasía gótica. El perfil de sus cien torres se desibuja bajo la nieve, mientras el Puente de Carlos se convierte en un sendero místico que une la Ciudad Vieja con el Castillo. En la Plaza de la Ciudad Vieja, bajo la mirada del Reloj Astronómico, los mercados navideños ofrecen un festín de luces ámbar y el dulce aroma del Trdelník (el pan de chimenea) tostándose al fuego. Es un destino donde el tiempo parece haberse detenido, regalando una estampa invernal que roza lo irreal.

Para esta ciudad mágica de matices oscuros y elegancia bohemia, el compañero perfecto es el 'Alt Negroni'. Un cóctel con cuerpo y carácter, capaz de maridar con la atmósfera medieval y el espíritu artístico que impregna cada rincón de la capital checa.

4ª PARADA: Núremberg, Alemania

Núremberg no es solo una ciudad; es el epicentro de la Navidad alemana. Su mercado, el legendario Christkindlesmarkt, es una institución de renombre mundial donde se rinde culto a la autenticidad.

El aire se llena del perfume de las salchichas tostadas a la parrilla, el pan de jengibre Lebkuchen y el vapor del Glühwein. Entre sus puestos de madera con techos de tela rojiblanca, el viajero descubre juguetes de madera y adornos hechos a mano que nos devuelven a la infancia, todo bajo la atenta mirada de la Iglesia de Nuestra Señora.

Es la celebración de la calidez rústica y la tradición más profunda. Para cerrar la jornada con un toque de frescura que equilibre la contundencia de la gastronomía bávara, no hay mejor elección que el 'Cointreau Spritz', una opción efervescente que añade ligereza a la mágica noche alemana.

5ª PARADA: Londres, Reino Unido

Londres es la fusión maestra entre la solemnidad victoriana y la vanguardia más rompedora. La ciudad se transforma en un festival de creatividad, desde las cascadas de luz que caen sobre Regent Street y Oxford Street hasta el bullicio eléctrico de Winter Wonderland en Hyde Park, con su noria gigante y sus pistas de patinaje al aire libre. Los pubs de Covent Garden, decorados con muérdago y acebo, invitan a refugiarse de la bruma londinense en un ambiente de camaradería y alegría contagiosa.

Ante una ciudad tan vibrante y llena de contrastes, el cóctel debe ser igual de carismático. El 'Winter White Cosmopolitan' captura esa esencia: es sofisticado, equilibrado y posee el carácter necesario para brindar por una metrópolis que nunca deja de sorprender.

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