Actualizado 13/01/2016 16:27

Discovery Max estrena la 3ª temporada de Superaviones

Superaviones en Discovery Max
DISCOVERY MAX

MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Discovery Max estrena este viernes a las 22.00 horas la tercera temporada de Superaviones, que muestra impresionantes ingenios aeronáuticos de la mano de los encargados de su buen funcionamiento, tanto en tierra como en el aire. Pilotos, ingenieros, especialistas en aeronáutica, maestros de carga y operadores terrestres comparten sus historias y su pasión por los aviones en esta cuidada serie con impresionantes imágenes.

   Los más espectaculares aviones del mundo, capaces de hazañas como subir a 30.000 pies en tres minutos, vigilar los fondos marítimos desde el aire, despegar en distancias mucho más cortas que las avionetas, transportar gigantescos componentes aeroespaciales y desenvolverse sin problemas en el implacable Ártico, necesitan muchos cuidados para ponerse en marcha y desarrollar sus delicadas misiones.

   El primer protagonista de esta tercera temporada es el CP-140 Aurora, un avión espía canadiense que parece sacado de una película de James Bond. Este legendario aeroplano, diseñado originalmente como un cazador submarino durante la Guerra Fría, ha sido modificado y mejorado por las fuerza aéreas canadienses con los últimos y mejores "juguetes" tecnológicos y de espionaje, convirtiéndolo en uno de los mejores aviones de vigilancia en el mundo.

   Este episodio de Superaviones nos mostrará un ejercicio de prácticas en el estrecho de Georgia, frente a la costa de la Columbia Británica, donde este avión único trabajará junto con dos helicópteros Sea King para rastrear y destruir un escondite submarino con un torpedo.

   El siguiente protagonista es el Northrop T-38 Talon, un avión escuela utilizado por la OTAN para formar pilotos de combate. Este jet supersónico puede despegar a una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora y subir a 30.000 pies en tres minutos, además de hacer las más sorprendentes acrobacias.

   En este episodio cargado de adrenalina, Superaviones sigue a tres pilotos de la OTAN que se llevan a sí mismos y al T-38 al límite. En los ejercicios de combate aire-aire y aire-tierra, aprenderán a maniobrar hábilmente a altísimas velocidades, para perseguir, atacar y matar al enemigo y despejar el camino de peligros.

   El tercer episodio de Superaviones nos presenta el DHC-5 Buffalo, un bimotor de transporte táctico derivado del De Havilland Canada DHC-4 Caribou, al que se sustituyeron los motores de pistón por turbohélices. El Buffalo destaca por sus extraordinarias cualidades en pistas cortas, que le permiten despegar en menos distancia que una pequeña avionetas.

   El siguiente protagonista es el peculiar Super Guppy de Aero Spacelines, un avión de transporte especializado en cargas masivas gracias a su voluminosa bodega, que le da un perfil característico. Fue construido en los años 60 para transportar equipo espacial de gran tamaño, lo que dio a la NASA una clara ventaja competitiva durante la carrera espacial.

   Ahora, Superaviones nos muestra una de sus misiones: transportar una enorme pieza de un supertecnológico avión experimental de la NASA, desde el Paso Texas a las instalaciones de Boeing en Long Beach California.

   Finalmente, ya que el último episodio es un resumen de lo mejor de la temporada, el quinto capítulo tiene al Nolinor 737 como protagonista. Se trata de un modelo 737, el avión comercial más vendido en la historia de la aviación, adaptado para volar al lugar más implacable en la tierra: el Ártico.

   En este episodio de Superaviones. su misión será llevar vituallas, material y mano de obra a una mina de oro. El mayor reto del piloto será aterrizar el avión en una corta pista de grava, cubierta de hielo y nieve.

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