Actualizado 17/04/2010 22:17

'Perdidos en la tribu' despide su segunda temporada

Nuria Roca, Perdidos en la tribu
Cuatro


MADRID, 17 Abr. (OTR/PRESS) -

Tras varias semanas lejos de sus casas, de sus comodidades occidentales y en un entorno completamente hostil, la aventura de las tres familias de la segunda temporada de 'Perdidos en la tribu' llega a su fin este domingo en Cuatro, a partir de las 21.35 horas. Atrás han quedado las primeras dificultades de comunicación, los problemas de adaptación, la extrañeza por la gastronomía local, las diferencias culturales, las dudas y los intentos de abandono. También los desafíos con cocodrilos, con serpientes, con crujientes murciélagos o con duros trabajos de supervivencia.

Cada una a su manera, las tres familias han hecho un gran esfuerzo para intentar transformarse tanto física como emocionalmente en miembros de derecho de las tribus Kamoro, Vanuatu y Hamer. Sin embargo, no todos se han entregado por completo. Mientras algunos miembros de las familias lo han dado todo por convertirse en uno más de las tribus, otros han puesto continuas trabas o no han conseguido dejar atrás su pasado ni sus necesidades occidentales.

Esta semana, 'Perdidos en la tribu' descubre si las familias han sido o no aceptadas por las tribus o qué familias han logrado su objetivo y regresan a casa con una gran aventura en familia a sus espaldas y con el premio del programa bajo el brazo. En los tres casos existen razones suficientes como para que las tribus se despidan de las familias con una emoción exultante pero también razones como para afirmar que alguno de los miembros de la familia no ha dado todo lo que debería para ser considerado uno más.

Todos se han esforzado pero ¿habrá sido suficiente? Llega el momento de la decisión final y la última palabra la tienen los consejos tribales Kamoro, Vanuatu y Hamer.

'Perdidos en la tribu' vive además tres dolorosas despedidas. Las familias han hecho un largo viaje, se han enfrentado a los momentos más duros de su vida y han estrechado sus lazos entre sí hasta límites insospechados. Pero regresar a casa no será tan sencillo: la vida en las tribus ha sido tan intensa que las despedidas se tornarán más emotivas que nunca.