Un guardia civil protege de las envestidas del mar a un pescador con una pierna rota que cayó a un acantilado

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Rescate pescador Guardia Civil en Tagle (Cantabria) - GUARDIA CIVIL
Actualizado: jueves, 4 abril 2013 17:58

Con dos cucharas de madera y el cinturón del uniforme del agente, realizaron un entablillado a la víctima que estaba entre unas rocas


SANTANDER, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un hombre de 35 años y vecino de Cantabria, fue rescatado la pasada semana tras una arriesgada intervención de la Guardia Civil y el helicóptero del Servicio 112 del Gobierno de Cantabria, con la colaboración de la Policía Local de Suances, tras sufrir una caída entre los acantilados de Punta Ballota en la Costa de Tagle (Cantabria), cuando se encontraba pescando.

Según la información facilitada este jueves por la Benemérita, un agente de la Guardia Civil estuvo sujetando y protegiendo a la víctima de las envestidas del oleaje, mientras se realizaban las maniobras de rescate con el helicóptero del Servicio 112 del Gobierno de Cantabria. El pescador presentaba rotura de una pierna que fue inmovilizada con la ayuda del cinturón del Guardia Civil.

La actuación de la Guardia Civil se produjo después de que ésta fuera alertada en la tarde del pasado 25 de marzo, de la caída de un pescador en la Costa de Tagle, en Suances, al haber resbalado por las rocas entre los acantilados del lugar.

Al lugar se desplazó una patrulla del Puesto de Santillana del Mar que se encontraba prestando servicio por la zona, pudiendo contactar con el hermano de la víctima, que igualmente se había trasladado al lugar a pescar.

ENTRE UNAS ROCAS, CERCA DEL AGUA

Uno de los agentes, junto con el hermano del pescador herido, descendó por el resbaladizo acantilado, consiguiendo con dificultad llegar a la víctima que se encontraba entre unas rocas y cerca del agua, presentando fuertes dolores en la pierna derecha, sospechando que estaba rota, y que ello le imposibilitaba caminar.

Con dos cucharas de madera y el cinturón del uniforme del Guardia Civil, le realizaron un entablillado de emergencia y pidieron la colaboración del helicóptero del servicio 112 del Gobierno de Cantabria ante la imposibilidad de sacar por tierra al hombre.

Ante el estado de la mar, la fuerza del oleaje que golpeaba sobre las rocas del acantilado, y la peligrosidad de la zona, el agente decidió quedarse solo en el lugar a la espera del helicóptero, con el objeto de proteger de otro accidente al hermano de la víctima.

El Guardia Civil rodeó con su cuerpo al hombre herido, afianzándose con sus manos a las rocas y de esta manera aguantar las embestidas de las olas que rompían en las rocas, esperando la llegada del helicóptero.

A la llegada de la aeronave, de la misma descendieron un médico y un rescatador, comprobando la peligrosidad del lugar y la dificultad para sacar por tierra al herido, por lo que tomaron la decisión de izarlo al helicóptero, todo esto mientras seguían rompiendo las olas en el acantilado.

El Guardia Civil continuó protegiendo con su cuerpo al pescador y colaborando con las maniobras de rescate, pudiendo ser izado el herido y evacuado en la aeronave para su posterior tratamiento médico. Finalmente el componente de la Guardia Civil salió del acantilado a pie.