La UCLM analiza el papel femenino en la narrativa policiaca por reflejar los cambios de la mujer en la sociedad

Actualizado: miércoles, 2 julio 2008 15:32

TOLEDO, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) inauguró hoy, en el campus de Toledo, el curso de verano "La mujer detective en la narrativa actual", con la ponencia del escritor Lorenzo Silva, que resaltó la figura femenina en este tipo de narrativa, por reflejar los cambios sociales de la mujer en la sociedad.

A la apertura del curso, organizado por la profesora de literatura española de la UCLM, Marina Villalva y que se prolongará hasta el viernes 4 de julio, asistió la catedrática de la universidad Saint Louis, Ángeles Encinar; la catedrática y escritora, Concha Alborg y la profesora de humanidades de la UCLM, María del Mar Ramón.

Las jornadas tienen por objeto analizar de la narrativa de detectives, centrada en la figura de la mujer, difundir la producción de los escritores actuales con la presencia de autores como Lorenzo Silva; Marina Mayoral o Juan Bolea y profundizar en el género policial con la ayuda de especialistas en la materia, como es el caso de Alborg.

La catedrática Encinar comenzó reivindicando la importancia del género policiaco, ya que existen, a su juicio, "algunos géneros infravalorados" como es la narrativa de detectives, y concretó, "que se considera un género menor", que actualmente se incentiva por el número creciente de lectores.

Por su parte, Lorenzo Silva exaltó el papel de las mujeres de la Guardia Civil, que consideró las más singulares porque "existen desde apenas 20 años, pertenecen a un colectivo muy reducido, son pioneras y llevan a cabo una labor muy difícil compaginando el papel policial y militar".

El autor manifestó su admiración por este personaje femenino, que ha presentado en varias novelas, y que se proyecta como "el papel más atractivo", ya que el porcentaje de mujeres en la Guardia Civil es el más bajo dentro de los cuerpos policiales, incluso por debajo del sector militar, y esto hace que "no resulte un sujeto tópico".

Para Silva, la mujer de la Guardia Civil "es un personaje posible, que lleva a cabo tareas reales", y destacó, dentro del sector, a las mujeres que integran las unidades de investigación, porque en su opinión, pasan más desapercibidas y realizar las tareas más complicadas.

Silva expresó su interés por reflejar la realidad, en respuesta a algunos sectores narrativos "que me acusan de perpetuar el tópico de dominación masculina", y precisó que el personaje femenino de su obra, es el que tiene mayor proyección, por lo que espera desarrollarlo en las próximas novelas.

CAMBIO DEL PAPEL DE LA MUJER EN EL GÉNERO.

Alborg puntualizó que en las novelas de género policíaco, se sigue un paradigma diferente al masculino, ya que, como ejemplificó la escritora, éste es un personaje autónomo e independiente, mientras que la mujer trabaja en equipo, al igual que el crimen en el caso masculino repite, en varias ocasiones, la víctima femenina, y en la narrativa femenina, el cadáver, en cambio, se descubre al final.

A preguntas de los medios, Encinar destacó la escasa relevancia de la maternidad en este tipo de narrativa, al contrario que sucede en el cine, porque las escritoras "renuncian a este papel" al invertir el género y el lenguaje, así como el método de investigación.

Se prescinde, al mismo tiempo, del ayudante masculino por antonomasia y la mujer "toma el mando de la investigación por regla general" indicó Alborg.

Por otro lado, el personaje taciturno del investigador se mantiene en ocasiones, "siendo personajes femeninos que compaginan una educación exquisita, con los malos hábitos" que tradicionalmente refleja la narrativa de detective masculina, al tiempo que, señaló la catedrática, se tiene a crear un nuevo modelo femenino de inspectora.

LA NOVELA DE DETECTIVES Y LA FIGURA FEMENINA.

Encinar hizo un breve repaso de la historia reciente de la novela de detectives, que surgió en el siglo XVIII con la aparición de personajes femeninos que "trabajaban en casos menores y mantenían su papel femenino".

Más avanzado, en la Edad Dorada del género, en el siglo XX, la mujer detective se presentó en la acción prescindiendo "de su sexualidad", porque entonces, explicó la profesora Ramón, "la mujer o fracasaba como mujer, o como detective para evitar el conflicto entre su sexualidad y su capacidad para resolver los casos".

En los años ochenta, en cambio, el papel de inspectora evoluciona y "se le permite disfrutar todo, tanto competitividad laboral, como atractivo físico".

Asimismo, Alborg, que expuso el papel de las escritoras catalanas en el género policíaco, subrayó la importancia de estas autoras entre las que destacó Isabel-Clara Simó y María Antonia Oliver, "porque son traducidas antes en inglés que en castellano" y aportan la crítica social desde el punto de vista feminista.

Encinar recordó la primera novela policíaca contemporánea de Lourdes Ortiz, que incorporó a la mujer detective como protagonista de forma pionera, en "Picadura mortal" escrita en 1978, que trató la figura del detective femenino como una imitación del perfil del inspector masculino.