Actualizado: lunes, 22 mayo 2017 15:57

Una sentencia de conformidad la condena por explotación, exhibicionismo y provocación

TARRAGONA, 22 May. (EUROPA PRESS) -

Una madre ha admitido que mantenía relaciones sexuales y veía vídeos pornográficos ante sus hijas menores, según una sentencia de conformidad en la que ha aceptado seis meses de cárcel por explotación sexual, exhibicionismo y provocación, aunque no entrará en prisión.

Una sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona, dictada tras un pacto con la Fiscalía, relata que Asunción F. tenía desde 2012 habitualmente relaciones con el también condenado, Francisco Javier R., en la casa de ella, primero en Calafell (Tarragona) y luego en la ciudad de Tarragona.

La Audiencia condena a dos años de prisión al hombre por abuso sexual, exhibicionismo y explotación sexual, pero la entrada en la cárcel se suspende a condición de que no delinca en dos años y se someta a programas formativos de educación sexual, igual que en el caso de ella.

El tribunal relata que Asunción F. está diagnosticada de distimia --trastorno afectivo de carácter depresivo crónico-- y un trastorno de la personalidad "que no son de suficiente entidad para alterar su capacidad cognitiva y volitiva en relación a los hechos que se le imputan".

En una ocasión, Francisco Javier R. llevó a una de las hijas --de entre 11 y 13 años-- un regalo "para que lo usara cuando él no estuviera" y, como ella se negó a cogerlo, él lo guardó en su mesilla de noche: resultó ser un pene de plástico; se lo dijo a la madre, quien le contestó que aceptase los regalos del condenado que era un buen amigo.

Francisco Javier R. también se presentaba dos o tres veces por semana en casa de Asunción F. y ambos se pusieron a mirar páginas pornográficas y mantener relaciones sexuales, "en más de una ocasión" ante sus hijas.

Una vez, él llegó a la casa y se puso a ver con Asunción F. una película pornográfica delante de una de las hijas que, al levantarse e irse a su habitación, vio como su madre tenía sexo con el acusado; éste le dijo que se uniera a ellos, que no pasaba nada por mirar, "no oponiéndose a ello" la madre, según la sentencia.

En otras ocasiones, en las que la madre no estaba en casa, Francisco Javier R. intentó hacer tocamientos ha una de las hijas.

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