BARCELONA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha informado este viernes de que desde 2006 ha recibido solo diez reclamaciones por el uso del catalán o el castellano en el Ayuntamiento, lo que "demuestra que no supone un problema" en la relación entre el consistorio y los ciudadanos.
Lo ha explicado en un comunicado, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) anulara este jueves que el catalán sea lengua de uso preferente en el consistorio, tras estimar parcialmente el recurso interpuesto por el líder municipal del PP, Alberto Fernández Díaz.
Seis de esta decena de quejas han sido presentadas por ciudadanos que consideran que el catalán ha sido discriminado porque el funcionario o trabajador municipal se ha negado a utilizarlo, o por la falta de exámenes escritos en dicha lengua en el marco de un proceso de selección de personal.
Las otras cuatro reclamaciones se han referido a que las señales de tráfico verticales estaban escritas tan sólo en castellano, por lo que han denunciado un presunto uso discriminatorio del castellano.
Vilà cree que en la administración municipal "se utiliza tanto el catalán como el castellano con naturalidad del mismo modo que se hace en la vida cotidiana", y ha llamado a velar por que no se haga un uso partidista de ambas lenguas, cuyo uso considera un patrimonio cultural que debe mantenerse.
