Fotografía a una momia de 3.000 años de antigüedad

Universidad de Chicago
Actualizado: lunes, 9 febrero 2009 17:59

CHICAGO, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

Utilizando un escáner de hospital de alta tecnología, la Universidad de Chicago ha logrado realizar una instantánea a Meresamun, una sacerdotisa-coral de un templo de Tebas que vivió hace 3.000 años y cuya sonrisa no se había conocido hasta hoy por estar oculta tras la máscara de su sarcófago. Uno de los objetivos del examen radiológico era descubrir si, como religiosa de Amón, debía o no debía mantenerse virgen.

La sacerdotisa Meresamun, que se cree que murió a los 30 años de edad, fue amortajada dentro de una máscara decorativa que nunca ha llegado a abrirse, según informaciones del diario británico 'The Guardian' recogidas por Europa Press. Por su ataúd, los egiptólogos supieron su nombre y su ocupación de sacerdotisa-coral en uno de los templos dedicados al dios Amón en Tebas. Se calcula que vivió en torno al año 800 antes de Cristo.

Uno de los objetivos de este escáner, realizado con tecnología hospitalaria de última generación era descubrir si, como sacerdotisa-coral que "vivía por Amón", Meresamun mantenía el celibato. Michael Vannier, profesor de radiología de la Universidad de Chicago, que examinó a radiografía tomada de la momia señala que "no hay evidencia convincente" de que Meresamun hubiera tenido hijos en algún momento de su vida, lo que no quiere decir que fuera virgen, apunta.

Lo que sí mostró la fotografía es que los ojos de Meresamun fueron decorados en el momento de su enterramiento con joyas o cerámicas y que sus dientes, 3.000 años después de su muerte, no presentan signos de putrefacción. "Todos los dientes están presentes. No hay evidencia de putrefacción de los dientes o de enfermedad periodontal", una de las enfermedades más frecuentes que derivan en la pérdida de dentadura en el humano moderno.

Anteriores intentos de realizar escáneres al sarcófago de Meresamun en 1989 y 1991 sólo consiguieron obtener borrosas radiografías del interior del ataúd. Por aquellas fotografías se pensó que una mancha aparecida en torno al cuello de la mujer era un tumor que podría haberla matado, pero el último escáner revela que se trata de algún tipo de resina utilizada por los embalsamadores. Así, la causa de la muerte, continúa siendo un misterio.