MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) - La AAS explica que estos fenómenos son causados por "violentas erupciones" en la superficie del Sol que vienen acompañadas de las llamadas eyecciones de masa corporal (CME, por sus siglas en inglés), con las que la estrella arroja al espacio grandes burbujas de plasma y campos magnético. En este sentido, el organismo añade que cuando una CME de "suficiente intensidad" penetra en el campo magnético de la Tierra y lo rompe, se da una súper tormenta solar que lanza enormes corrientes eléctricas que pueden causar cortes de luz generalizados y daños en componentes eléctricos fundamentales. Según la AAS, el Suceso Carrington de 1859 constituye la mayor súper tormenta solar que ha golpeado la Tierra desde que existen registros, con cerca de 1.022 kilojulios de energía liberados (el equivalente a la explosión simultánea de 10 mil millones de bombas Hiroshima) y un billón de kilogramos de partículas cargadas de electricidad que volaron a una velocidad de hasta 3.000 kilómetros por segundo. En esta línea, el organismo estadounidense indica que durante la última reunión del grupo de trabajo SolarMAX el año pasado en Estrasburgo (Francia), un equipo de investigadores concluyó que la predicción meteorológica-espacial "avanzada" constituye la "mejor solución" y propuso el envío de 16 pequeños satélites cúbicos a la órbita solar para proporcionar información con antelación sobre posibles tormentas solares. "Como especie, jamás hemos sido más vulnerables a los estallidos de nuestra estrella más próxima, pero protegernos frente a ellos entra dentro de los límites de la habilidad, conocimiento y experiencia humanas", ha concluido.