Tumbas de 6.000 años en Portugal, primera herramienta astronómica

Carregal do SaL
F. SILVA
Actualizado: viernes, 1 julio 2016 12:23

   MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Astrónomos están explorando lo que podría describirse como la primera herramienta de observación astronómica, utilizada potencialmente por los seres humanos prehistóricos hace 6.000 años.

   Sugieren que los largos y estrechos pasajes de entrada a antiguas tumbas megalíticas puideron realzar lo que las antiguas culturas humanas podían ver en el cielo nocturno, un efecto que podría haber sido interpretado como el otorgamiento de un poder especial por los antepasados a los iniciados en la observación. El estudio ha sido presentado en la reunión de la Royal Astronomical Society en Nottingham.

   La idea del equipo es investigar cómo una sencilla abertura, por ejemplo, afecta a la observación de estrellas ligeramente más tenues. Centran el estudio en las tumbas de pasadizo, que son una especie de tumba megalítica compuesta de una amplia cámara de piedras entrelazadas y una larga y estrecha entrada.

   Se cree que estos espacios habían sido sagrados, utilizadoa para ritos de paso, donde el iniciado pasaría la noche dentro de la tumba, sin más luz natural que la de la estrecha entrada alineada con los restos de los antepasados de la tribu.

   Estas estructuras podrían haber sido por tanto las primeras herramientas astronómicas para ayudar a la observación de los cielos, milenios antes de que los telescopios fueron inventados. Kieran Simcox, un estudiante en la Universidad de Nottingham Trent, y al frente del proyecto, comenta: "Es una gran sorpresa que nadie ha investigado a fondo, por ejemplo, el color de los impactos del cielo nocturno sobre lo que puede ser visto a simple vista."

   El proyecto está dirigido a la forma en que el ojo humano, sin la ayuda de ningún dispositivo telescópico, puede ver las estrellas de acuerdo al brillo y el color del cielo. El equipo trata de aplicar sus ideas a unas tumbas de este tipo de 6.000 años de edad conocidas como Antas Siete de Piedra, en el centro de Portugal.

   Fabio Silva, de la Universidad de Gales Trinity Saint David, explica que "la orientación de las tumbas puede estar en alineación con Aldebarán, la estrella más brillante en la constelación de Tauro. Para medir el tiempo con precisión de la primera aparición de esta estrella en la temporada, es vital ser capaces de detectar las estrellas crepusculares".

   El primer avistamiento en el año de una estrella después de mucho tiempo ausente en el cielo nocturno podría haber sido utilizado como marcador de temporada, e indicar, por ejemplo, el inicio de una migración a pastos de verano.

   La decisión podría haber sido visto como el conocimiento de una previsión secreta, obtenida sólo después de una noche pasada en contacto con los antepasados en las profundidades de una tumba de este tipo, ya que la estrella pudo haber sido no observable desde el exterior, pero sí a través de un pequeño conducto desde el interior.

 

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