MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Tras ocho días enviando señales, la nave Rosetta de la ESA no ha obtenido respuesta del aterrizador Philae, que llegó al cometa 67P en noviembre pero quedó sin baterías tras un accidentado aterrizaje.
Según un informe del DLR (Centro Aeroespacial Alemán) quizás todavía hace demasiado frío en su lugar de destino para que el aterrizador Philae haya cargado batería suficiente como para despetar. El 12 de marzo, el orbitador Rosetta comenzó a enviar señales al módulo de aterrizaje, esperando en vano respuesta.
"Ha sido un intento muy temprana; vamos a repetir este proceso hasta que recibamos una respuesta de Philae ", explicó el gerente de proyecto en el DLR, Stephan Ulamec. "Tenemos que ser pacientes".
Rosetta ha apagado su emisor. Ahora, el equipo de DLR está calculando cuándo ocurrirá el siguiente alineamiento favorable entre la nave y el módulo de aterrizaje, para tratar de escuchar de nuevo una señal de Philae. Se espera que la próxima oportunidad de recibir una señal del módulo de aterrizaje se produzca durante la primera quincena de abril.
Después de aterrizar en el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, el 12 de noviembre de 2014, Philae funcionó de forma continua durante 54 horas; se utilizaron los 10 instrumentos y se envíaron datos a la Tierra. Entonces, la batería del módulo de aterrizaje quedó agotada y Philae entró en hibernación en su ubicación con poca luz solar.
Ahora, necesita una temperatura interna superior a -45 grados centígrados y por lo menos cinco vatios de potencia para encenderse automáticamente. Hasta que pueda generar un total de 19 vatios, no puede enviar señales a la Tierra a través del orbitador.
Además d euna buena alineación en abril, Philae debe ser expuesto a la luz solar y estar generando la potencia suficiente para escuchar la señal de la orbitador y ser capaz de responder. "Estas condiciones deben durar por lo menos 45 minutos, porque Philae sólo opera su receptor cada 30 minutos después de despertar", explica Geurts.
