MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos de Escocia, Canadá y Estados Unidos han propuesto un nuevo método para identificar las áreas de prioridad para la conservación de las ballenas. Los descubrimientos, que se publican en la revista, 'Animal Conservation', sugieren que incluso áreas de protección de pequeño tamaño, identificadas a través de la conducta de alimentación de los animales, podrían beneficiar en gran medida a depredadores marinos como las orcas.
Los censos anuales dirigidos por el Centro de Investigación de las Ballenas indican que la amenazada población de orcas descubierta en las aguas de British Columbia, Canadá y Washington en Estados Unidos se reduce ahora a sólo 87 animales. Además de los altos niveles de contaminación, la limitación del alimento y la repetida alteración que causan los barcos constituyen serias amenazas para la recuperación de las ballenas.
A través del estudio, los científicos localizaron los lugares donde se observó que se alimentaban las orcas. "La protección de incluso pequeñas zonas de agua puede proporcionar beneficios de conservación siempre y cuando elijamos con acierto estos puntos. Seguimos de forma individual a ballenas reconocibles durante horas y localizamos dónde descansaban, se alimentaban y realizaban sus actividades sociales", explica Erin Ashe, de la Universidad de Saint Andrews en Escocia y director del estudio.
Los investigadores descubrieron que el hábitat de alimentación es importante para estas ballenas por dos razones. El salmón rey, la presa preferida de las ballenas también ha disminuido en la región y se cree que las ballenas disponen de alimento limitado. Además, las orcas son más sensibles al tráfico de barcos de avistamiento de ballenas cuando se están alimentando que cuando viajan.
Los autores observaron que estas dos amenazas para la conservación están asociadas por lo que las medidas para mitigarlas deberían considerarlas de forma simultánea. Según los científicos, las estrategias para proteger los puntos de alimentación deberían ofrecer un gran beneficio a los esfuerzos de conservación en contraste con los métodos que protegen el hábitat en genérico.
La investigación identificó una pequeña área en la que las orcas eran casi tres veces más propensas a alimentarse en comparación con el resto de la región. Al entrevistar a gestores y educadores ambientales, los científicos pudieron comprobar que el área de protección que proponían era lo suficientemente grande para tener valor biológico y lo bastante pequeña para permitir un control eficaz de las actividades humanas dentro de sus límites.
Los autores concluyen que para algunas especies, el hábitat crítico es inmediatamente aparente a partir de la observación: las orcas llegan hasta playas especiales de la Patagonia argentina para capturar focas; unos pocos lagos proporcionan un importante hábitat de alimentación a las ballenas grises en Baja, México. En la mayoría de los casos, la identificación de hábitat críticos para ballenas, delfines y marsopas es compleja y requiere análisis estadísticos.
