MADRID, 23 Ago. (EDIZIONES) -
El vocalista Dee Snider, líder de Twisted Sister, ha convertido el gran éxito de su grupo, We're not gonna take it, en una inesperada balada al piano que llega incluso con un videoclip dirigido por el ilusionista Criss Angel y rodado en el desierto de Nevada, en los alrededores de Las Vegas.
El motivo de esta curiosa versión es benéfico, pues todo lo que se recaude se destinará a la fundación HELP (Heal Every Life Possible), comandada precisamente por Criss Angel. Por eso, las imágenes de la interpretación se mezclan con otras de jóvenes rapándose sus cabezas y niños hospitalizados por culpa del cáncer.
"Dee y yo nos conocemos desde los noventa, somos ambos de Long Island. O como nos gusta llamarla, Strong Island. Su discográfica me dio los derechos de la canción y ahora es nuestro himno", ha explicado Criss Angel a Las Vegas Review Journal.
HELP hará el 12 de septiembre una fiesta con una subasta para recaudar más fondos y con la presencia de Richie Sambora, Vince Neil, Mike Tyson, Taboo, Jerry Lewis, Wayne Newton y más celebridades. En el evento, que tendrá lugar en el Hotel Luxor de Las Vegas, Dee Snider interpretará esta nueva versión de uno de los grandes clásicos del rock de los ochenta.
