MADRID.-La Terminal 2 de Barajas acoge una exposición con el mar de Ibiza como protagonista de las fotografías de Robert Arató

Actualizado: viernes, 2 octubre 2009 19:29

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

La terminal 2 del aeropuerto de Madrid Barajas acoge la exposición 'Pintura Cuántica', donde el artista Robert Arató (Checoslovaquia, 1959) muestra sus sugerentes, paradisíacos e hiperrealistas lienzos de grandes dimensiones, donde el mar de Ibiza, su lugar de residencia e inspiración, cobra gran protagonismo, junto a otras creaciones sobre el universo y las nebulosas, la mitología o la abstracción.

La muestra, compuesta por más de veinte lienzos que oscilan entre los 2 y los 6 metros de ancho, se halla expuesta en la galería acristalada que conecta el Metro y la zona de aparcamiento con las salidas y llegadas del aeropuerto. Durante este mediodía y hasta mañana, el artista viaja a Madrid para el montaje de la exhibición pictórica, que permanecerá expuesta del 3 al 30 de octubre.

Como la mecánica cuántica, la 'Pintura Cuántica' de Robert Arató busca explicar el comportamiento de la materia desde una perspectiva universal, desde lo pequeño hacia lo inmenso, desde la visión humana hacia la mirada de Dios. Por eso, su pintura pretende captar la esencia de olas y de galaxias, e incluso bucear más allá de lo material, en los senderos de la mitología y la abstracción.

El artista ha elegido este espacio porque, al igual que su pintura, es universal. "Se trata de un espacio abierto, donde todos los días pasan miles de personas que en vez de ir a buscar el arte se lo van a encontrar inesperadamente; un lugar donde podrán interactuar con él sin ideas preconcebidas, sin discursos que les influyan sobre la obra", señaló Robert Arató.

Las colaboraciones con otros artistas son habituales para el creador, que en esta exposición incluye una breve muestra de lienzos desarrollados a cuatro manos con la artista belga Eleonore Bernair, el famoso pianista alemán de jazz Joachim Kühn o con sus hijos, Leila y Leo Arató.

RESIDENTE EN IBIZA

Robert Arató es uno de los artistas más reconocidos de entre los que residen en la isla de Ibiza, un enclave característico por atraer a creadores de todo el mundo. Su obra se expone de forma permanente en galerías repartidas por los cinco continentes, en países tan dispares como Alemania, Grecia o Dubai, así como en la isla.

En su estudio, situado en una colina del interior de Ibiza desde la que se divisa el mar, Arató crea desde el año 2000 sus grandes paisajes de olas, inspirándose en los colores turquesas mediterráneos, que a veces aparecen en calma y otras se agitan convulsamente por la tempestad.

Las olas del mar y las orillas de arena de Robert Arató se acercan al hiperrealismo, aunque van mucho más allá de un fragmento de tiempo congelado. Delante de cualquiera de sus lienzos se puede percibir el movimiento, seguir el vaivén de corrientes y remolinos y disfrutar de la sensación de que los reflejos del sol zigzaguean sobre la superficie del agua. Sus obras son ventanas abiertas al mar y transmiten la sensación al espectador de poder zambullirse dentro del cuadro.

En esta muestra, Arató suma a sus paisajes marinos nuevos conceptos englobados en una perspectiva 'Cuántica', en la que el artista juega con distintas ideas pictóricas que, sin embargo, convergen en una misma técnica, aunque abarcan estilos tan dispares como el hiperrealismo de sus mares y paisajes estrellados a la pintura abstracta.

Una de las mayores curiosidades de dicha técnica, algo completamente infrecuente, es que sus lienzos siempre parten de un fondo negro, en lugar del tradicional blanco. Robert explica que es la única forma dar a su obra un valor realista.

"Me gusta pintar de la misma manera que el ojo humano contempla un amanecer. Ir acercándome, de la más absoluta oscuridad, a los colores claros y, por último, al blanco. De esta forma, puedes extraer todo el potencial de los colores y aplicarlos tal como son", apuntó.

Robert utiliza sólo seis pigmentos para sus obras: los tres primarios de la clásica gama Goethe, que, según explicó, proporciona unos colores "cálidos", y también los primarios de las impresiones modernas, el cyan, magenta y amarillo. "De su mezcla podemos obtener todos los colores de la gama espectral", aseguró Robert.

Asimismo, emplea una variedad de técnicas históricas, como las utilizadas por Velázquez o Rubens para lograr sensaciones de hiperrealidad (óleo sobre temple, alquílico sobre acrílico o ilusiones tridimensionales a través del empleo de transparencias y opacidades), así como múltiples materiales modernos en función de las necesidades de cada obra (resinas industriales para creaciones abstractas, materiales iridiscentes o ultravioletas para espacios y galaxias, o materiales de dibujo, como carboncillos y pasteles).