MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Reale Ademar León dependerá del resultado de mañana entre el Flensburg alemán frente al Montpellier francés para saber si aún tiene una esperanza de jugar los cuartos de final de la Liga de Campeones, ronda que se alejó tras caer por 30-32 ante el duro MKB Veszprem.
Ni el ambiente del Palacio de los Deportes ni el estirón final de los de Jordi Ribera pudieron con un rival, que supo jugar sus cartas, sobre todo las de una fuerte defensa, para llevarse la victoria y certificar su pase entre los ocho mejores.
El conjunto ademarista soñó por momentos con una victoria, que se había puesto muy complicada cuando el equipo magiar se escapó en la segundo mitad de siete goles (13-20). Sin embargo, los locales apelaron a su carácter y endurecieron su defensa para, aprovechando las exclusiones visitantes, ir recortando poco a poco ante su entusiasmado público.
Fueron los mejores momentos del Ademar en defensa, que provocó numerosas pérdidas en el ataque visitante. De esta forma, el campeón de la Copa Asobal logró equilibrar el encuentro (29-29) en los minutos decisivos.
Sin embargo, ahí el Veszprem supo mantener mejor la calma y dos goles de Ivancsik pusieron un 30-32, que los de Jordi Ribera no pudieron enjugar quedando en manos del Flensburg, que de ganar al Montpellier dejaría fuera al equipo español.
El conjunto húngaro dominó prácticamente todo el encuentro pese a la resistencia local. Un estirón en el tramo final de la primera parte le permitió alcanzar los vestuarios con ventaja (12-17), una renta que aumentó en el segundo tiempo, antes de la furibunda reacción local, finalmente sin éxito.
