MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los consumidores españoles gastan una media de 60 euros a la semana en alimentación, de los cuales 40 euros corresponden a alimentación seca y 20 euros a productos frescos, según se desprende de los últimos datos de la consultora Nielsen.
La crisis económica ha afectado a los consumidores españoles que reconocen haber cambiado sus hábitos de compra, hasta el punto de que el 90% se declara hipersensible al precio.
La planificación se ha convertido en un hecho esencial para los consumidores antes de ir a hacer la compra, algo más comprensible al observar que la alimentación y las bebidas son la segunda partida de gasto más importante de las familias tras la vivienda y la factura energética.
El informe de la consultora refleja que siete de cada diez españoles acude al supermercado con una lista predefinida, mientras que dos de cada tres conoce con antelación lo que va a comprar, y uno de cada tres asegura que utiliza los folletos de ofertas para casi todas sus compras.
La apuesta por la innovación y facilitarle la vida al consumidor son las llaves que en tiempo de crisis consiguen que el comprador gaste más. De hecho, un 60% de los consultados estaría dispuesto a comprar versiones de marcas conocidas, ya que el 63% reconoce que le gustan los productos nuevos y un 56% cambiaría de referencia ante las novedades.
Nielsen en este informe también ha calculado que de no haberse producido la crisis económica, los productos de gran consumo en España hubieran representado en torno a 80.000 millones de euros en 2013. En cambio, la consultora señala que este mercado ha supuesto 70.700 millones de euros en la economía española el año pasado.
