CÁCERES, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El psicografoanalista y diplomado en Magisterio José Carlos Montalabán García, destacó hoy la necesidad de que los profesores tengan nociones de grafología para poder detectar problemas en sus alumnos, a través de la letra de éstos.
Técnico en grafística forense, y autor de numerosos artículos relacionados con la grafología infantil y la pericia caligráfica,
Montalbán participó hoy con una comunicación en el III Congreso Mundial de Estilos de Aprendizaje que se celebra durante estos días en Cáceres con la participación de 600 personas, procedentes de 80 países.
En su intervención, Montalbán señaló que los responsables del sistema educativo todavía no se han percatado de la importancia de la grafología, y consideran que son más importantes las matemáticas.
No hay una letra perfecta, ni siquiera, dijo, una que sea bonita, ordenada, organizada, redondita y fácil de leer porque "a lo mejor está reflejando la caligrafía de antes, lo que puede poner de manifiesto que la persona no ha evolucionado, que se ha quedado en el antes", señaló.
Así, el experto explicó que la letra de un alumno puede indicar muchas cosas como "si va a tener problemas de aprendizaje o si le está ocurriendo algo, cosa que se puede ver si ha cambiado su grafía en los últimos tiempos".
El psicografoanalista insistió en que no hay una letra ideal, porque "una persona puede tener una letra muy pequeñita y ser muy idónea para trabajar en un laboratorio por su munciosidad, y otra persona que la tenga muy grande y bonita puede ser más apta que otras para trabajar en un puesto de ingeniería por su rapidez mental".
300 ELEMENTOS DE ESTUDIO
Así, Montalbán explicó que para estudiar un tipo de letra hay que tener en cuenta hasta 300 elementos, y manifestó que además de ser necesario que los docentes tengan ciertas nociones de grafología también deben acostumbrar a sus alumnos a coger bien el lapicero, "cosa que no se hace con los alumnos de 3 o 5 años", porque según cómo lo cojan pueden ganar o perder flexibilidad en la mano.
También ha participado con una comunicación sobre 'Estilos de Aprendizaje y Ética Profesional' el presidente del congreso, Carlos Ongallo, que destacó la importancia de la ética para las empresas, por considerarla muy rentable para su productividad.
Ongallo, que manifestó que la ética es una asignatura pendiente en la universidad española, indicó que "hoy en el sector laboral hay un gran problema de ética, bien por el absentismo laboral; por el traspaso de secretos profesionales; por la falta de seriedad en la palabra dada, o por gente que se forma en una empresa y luego se va a otra".
Ahora está muy en boga, dijo, la "Responsabilidad Social Corporativa", y la ética forma parte de esa responsabilidad, porque, en definitiva, se trata de "no engañar al cliente; no engañar a la sociedad y no engañar a los colaboradores".
El profesor Ongallo, que resaltó el enorme éxito de matriculación que tuvo el año pasado una asignatura de libre configuración de Ética Profesional, con alumnos de todas las titulaciones, afirmó que según el estilo de aprendizaje de cada persona, activo, reflexivo, teórico o pragmático, ésta puede estar más propensa a caer en ciertas trampas o debilidades éticas.
"Si eres de estilo activo, muchas veces querrás hacer las cosas deprisa y puedes llevarte a gente por delante en el camino; si eres muy reflexivo, a lo mejor te piensas mucho las cosas y no ejecutas, con lo cual puedes hacer mucho daño a la empresa; si eres teórico puedes creer que estás en posesión de la verdad, lo cual no es nada bueno, y si eres muy pragmático, lo único que te interesa es obtener éxito a costa de lo que sea".
Por lo tanto, Carlos Ongallo afirmó que no es bueno que predomine en gran medida ningún estilo de aprendizaje, en concreto, sino que se conjuguen varios.
