Cuba.- Fariñas dice que "ahora más que nunca" debe mantener su huelga de hambre "hasta las últimas consecuencias"

Actualizado: sábado, 24 abril 2010 0:24

Tilda de "mojigatas" las declaraciones de los altos jerarcas de la Iglesia en Cuba

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El opositor cubano Guillermo Fariñas aseguró este viernes que "ahora más que nunca" debe seguir "hasta las últimas consecuencias" con la huelga de hambre y sed que comenzó hace dos meses para exigir al Gobierno de Raúl Castro la liberación de 26 presos políticos que se encuentran en delicado estado de salud.

En declaraciones a Europa Press, Fariñas confesó que cuando comenzó la protesta el pasado 24 de febrero no pensó que "fuese a tomar magnitud que ha tenido" en la opinión pública internacional que "antes era apática a la situación de los Derechos Humanos" en Cuba.

El opositor afirma que el Gobierno de Castro se encuentra atravesando en este momento una "crisis de credibilidad" debido a los recientes "actos de represión" contra las Damas de Blanco --esposas y familiares de los presos de conciencia-- y por los escándalos de corrupción en los que han estado involucradas personas muy cercanas al régimen comunistas.

"Por eso creemos, por la repercusión que ha tenido, que no puedo darme el lujo de abandonar la huelga de hambre y sed, porque mientras el mundo siga fijándose en las condiciones paupérrimas en la que están los prisioneros políticos vale la pena arriesgar la vida en esto", dijo.

La protesta del periodista independiente se inició el día después de la muerte del preso político cubano Orlando Zapata, quien falleció tras más de 80 días de huelga de hambre. Fariñas y la disidencia en la isla han asegurado que se trató de un "asesinato" por parte de las autoridades de la isla, pese a que el propio Castro lamentó el fallecimiento del opositor.

Desde que comenzó el ayuno, Fariñas ha perdido 15 kilos, su temperatura corporal promedio es de 36,1 grados y el ritmo cardíaco ha descendido a 82 latidos por minutos. Desde el pasado 11 de marzo se encuentra ingresado en el Hospital Provincial Arnaldo Millán de Santa Clara recibiendo alimentación a través de la yugular, lo que le ha provocado dos infecciones ocasionadas por el catater.

Fariñas ha rechazado en reiteradas ocasiones la posibilidad de abandonar la huelga, pese a las peticiones de gobiernos extranjeros, y se ha negado a aceptar la oferta de España de viajar a Madrid en un avión ambulancia para recibir atención médica. "Mi lucha es en Cuba y es aquí donde yo debo estar por los presos de conciencia", insistió.

DECLARACIONES "MOJIGATAS"

Por otra parte, el periodista independiente ha tildado de "mojigatas" las recientes declaraciones de lo que él llama la "alta jerarquía" de la Iglesia Católica en Cuba, que exhortó a Fariñas a dejar la huelga, al tiempo que pidió al Gobierno de Castro liberar a los presos políticos.

"Esas declaraciones son tardías, son mojigatas y considero que debieran ser más fuertes", dijo, al criticar que hace unos años la Iglesia realizó una misa por la salud del ex presidente cubano Fidel Castro, apartado del poder hace tres años tras ser operado, sin que "todavía se haya hecho mismo con Orlando Zapata Tamayo".

No obstante, apartó de estas críticas a los sacerdotes que ofician misa en las provincias "quienes han venido a visitarme y han trabajado de manera sincera y muy dedicada por el pueblo de Cuba".

El arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, reiteró este lunes que la Iglesia Católica cubana solicita la excarcelación de todos los presos políticos de la isla, reclamó a Estados Unidos que acepte abrir un proceso de diálogo con las autoridades cubanas para "superar el conflicto" entre ambos países y aseguró que la isla se encuentra en la peor situación social y económica de la última década.

"Nuestro país se encuentra en una situación muy difícil, seguramente la más difícil que hemos vivido en este siglo XXI", afirmó el máximo representante de la Iglesia cubana en una entrevista publicada por 'Palabra Nueva', una revista editada por la archidiócesis de La Habana.