MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de Periodistas (IFJ) ha condenado este lunes el asesinato del periodista yemení, Zaki al Saqaldi, redactor jefe del diario 'Al Ataa', quien fue tiroteado el viernes frente a su vivienda en la localidad de Dhale.
La IFJ se ha sumado a la condena emitida por el Sindicato Yemení de Periodistas (YJS) y ha expresado su "gran preocupación" por la "creciente hostilidad y acoso contra los periodistas en Yemen".
Al Saqaldi fue tiroteado por hombres no identificados que se dieron a la fuga tras el asesinato, sin que por el momento se hayan producido detenciones. El YJS ha denunciado la "campaña" contra periodistas "en medio de la falta de seguridad".
"El YJS hace responsables a las autoridades de seguridad de Dhale por este crimen y de la protección de los periodistas en la provincia", ha dicho, antes de recalcar que los periodistas "no deben ser incluidos en el conflicto" y "no se debe recurrir a la incitación contra ellos por sus opiniones".
El secretario general de la IFJ, Anthony Bellanger, ha sostenido que "el asesinato de Al Saqaldi es la culminación de las oleadas de crímenes contra los periodistas y trabajadores de los medios por parte de todos los actores implicados en el conflicto en Yemen durante los últimos cuatro años, todos los cuales han quedado sin castigo.
Asimismo, ha reclamado al Gobierno de Yemen que "establezca inmediatamente una investigación independiente para llevar a los responsables ante la justicia".
El YJS cifró la semana pasada en 35 el número de ataques contra periodistas y trabajadores de los medios desde junio, incluidos asesinatos, encarcelamientos, ataques contra instalaciones, cierre de medios y confiscación de periódicos.
El organismo indicó que el 43 por ciento de estos ataques habían sido responsabilidad de los rebeldes huthis, mientras que el 57 por ciento restante fue llevado a cabo por el Gobierno, la coalición que lidera Arabia Saudí o las milicias aliadas al Ejecutivo reconocido internacionalmente.
El conflicto en Yemen se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas, según datos de la ONU. La coalición interviene en defensa de los intereses del Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, que combate a su vez contra los rebeldes huthis, apoyados por Irán.
