Kenia quema más de 100 toneladas de marfil en su lucha contra la caza furtiva de elefantes

Kenia quema 15 toneladas de marfil en una ceremonia en Nairobi
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Actualizado: sábado, 30 abril 2016 3:22

MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

A propósito de lo acordado durante la cumbre asiático-africana The Giants Club, celebrada este fin de semana en Laikipia (Kenia), sobre la lucha contra la caza furtiva, el Gobierno keniano ha programado, para este sábado a mediodía, una quema de marfil.

Si bien algunos lo consideran sólo un acto simbólico, lo cierto es que se trata de la mayor cantidad de marfil jamás destruida en una sola tanda: se incinerarán 105 toneladas, un 5 por ciento de las existencias de marfil a nivel mundial.

El director para conservación de elefantes en ÁFrica para el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), Lamine Sebogo, asegura que para poner fin al tráfico de marfil es necesario poner en marcha soluciones locales y asegura que esta quema "atestigua el compromiso de líderes políticos de muy alto nivel para abordar el actual flagelo de la caza furtiva".

Sin embargo, añade que WWF "hace hincapié en el compromiso de las comunidades", según declaraciones recogidas por Radio France Internationale. "Las comunidades que viven junto a la fauna, esas comunidades que son vecinas inmediatas de especies que protegemos", explica. "Trabajamos para que esas comunidades reciban los beneficios vinculados a la gestión de las especies con las que comparten su medio", añade.

Para Segobo, la "idea" es asegurarse de que son las comunidades las "propietarias", las que "se comprometan, que se preocupen y sean los primeros interesados en la conservación de las especies de su medio ambiente".

No es la primera vez que Nairobi lleva a cabo una quema de marfil. El año pasado, en marzo, el presidente, Uhuru Kenyatta, encabezó una ceremonia en la que se calcinaron 15 toneladas de marfil y en la que participaron alrededor de un millar de personas. "Muchos de estos colmillos pertenecieron a elefantes que fueron masacrados sin motivo por criminales", aseguró entonces Kenyatta.

MEDIDA EJEMPLAR, PERO INSUFICIENTE

Por su parte, el responsable de la asociación 'Salvemos los elefantes de África', Frédéric Noël, ha indicado que esta quema es una medida ejemplar, pero no suficiente.

"Es un gran símbolo", explica. "Kenia quiere luchar contra la caza furtiva. Y es útil, pero desafortunadamente, es algo dirigido al gran público: a los cazadores furtivos no va a detenerlos", ha advertido.

Para Noël, el problema radica en que los cazadores furtivos están bien armados y en ocasiones, financiados por terroristas. "Es un verdadero Ejército lo que tenemos ante nosotros", ha añadido. "Sobre todo, necesitamos que esta quema no sea sólo de cara a la galería. Está bien, pero no puede ser sólo publicidad para el Gobierno", ha indicado.

Según el responsable de esta organización, es necesario que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) declare al elefante especie a salvar y que se prohíba "totalmente" el comercio de marfil. "Esto será lo único que los pueda salvar", ha alertado. "Que países como Estados Unidos y China digan 'basta' al marfil", ha añadido.

En este sentido, Kenyatta ha confirmado que exigirá "la prohibición total del comercio de merfil" en la próxima reunión de la CITES, que se celebra en septiembre en la capital de Sudáfrica, Johanesburgo.

AVANCES EN RELACIÓN AL COMERCIO

China y Estados Unidos, que poseen dos de los mayores mercados de marfil, anunciaron el año pasado que establecerían prohibiciones sobre las importaciones y exportaciones, lo que supone un avance en relación al comercio de marfil y cuerno de rinoceronte en el exterior.

El precio del marfil en Hong Kong, uno de los puntos principales de la ruta de comercio asiática, ha caído hasta los 334 euros por kilogramo respecto a los 1.300 euros que costaba en 2014, según ha comentado el director ejecutivo de WildAid a Reuters. "Las medidas nunca llegan lo suficientemente rápido, pero suponen, definitivamente, una buena señal", ha añadido.

El número de elefantes, que en 1970 era de 1,2 millones, ha descendido desde entonces hasta los 400.000, con una pérdida de 30.000 ejemplares sólo entre los años 2010 y 2012. Esto ha supuesto la casi desaparición del animal en algunas regiones.