MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una pareja de Canadá tiene que hacer frente a una factura médica de un millón de dólares tras haber dado a luz prematuramente en Estados Unidos durante unas vacaciones en Hawaii y haber tenido que estar en un hospital americano desde finales de octubre a mediados de febrero.
Según cuenta en diario canadiense The Toronto Star, la mujer estaba embarazada de seis meses y antes del viaje había tenido una infección en la vejiga, pero su médico le dijo que no había por qué preocuparse y que podía viajar tranquila. Además, el seguro médico le garantizaba que estaba cubierta.
A los dos días de llegar, rompió aguas y tuvo que ir al centro médico de Honolulu, donde estuvo durante seis semanas --la vuelta a casa no era posible porque, por su estado, no podía viajar--. Así, el día 10 de diciembre nació la bebé de forma prematura, por lo que tuvo que estar en incubación durante dos meses más: hasta febrero.
El hecho de que Estados Unidos tenga una sanidad privatizada, en contraposición con la pública canadiense, parecía no importar demasiado ya que la pareja tenía un seguro que cubriría los gastos. Sin embargo, parece que no fue así, y la compañía ha asegurado que esta emergencia estaba excluida.
¿El motivo? Para el seguro, el parto se produjo por las 'condiciones pre-existentes', es decir, tras la infección que la mujer había tenido antes; a eso le añaden el hecho de que el seguro afectaba a los padres, no a la bebé, que ya ha sido bautizada como 'Million Dollar Baby'.
La madre asegura que el corredor del seguro no le preguntó sobre esas 'condiciones pre-existentes' y que, además, tanto los médicos de Hawaii como los de Canadá aseguran que esta infección no tiene nada que ver en el parto prematuro.
Aún así, la pareja tiene que pagar 950.000 dólares por el cuidado de la bebé, 160.000 por la estancia en el hospital y 40.000 por la evacuación médica, según explica mashable.com. Este mismo medio agrega que el gobierno de Saskatchewan, de donde es la pareja, les ayudará con 20.000 dólares.
Además, la pareja ha recibido también ofertas de donaciones privadas para ayudarles a pagar su deuda, aunque aún así se están planteando declararse en bancarrota, pues continúan sin poder pagar la factura en su totalidad.
