ATENAS, 7 Jun. (Reuters/EP) -
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, ha comparado la situación actual de Grecia con la que vivió Alemania tras la Segunda Guerra Mundial y ha emplazado a la canciller alemana, Angela Merkel, a dar a los griegos un Discurso de la Esperanza como el que pronunció el secretario de Estado norteamericano James F. Byrnes en Stuttgart tras la guerra.
Con ese histórico discurso, Estados Unidos pasó página a su postura más punitiva en favor de una posición mucho más solidaria con promesas de reconstrucción y crecimiento que luego se tradujeron en el conocido como Plan Marshall.
"Siete décadas después es mi país, Grecia, el que necesita una oportunidad así", ha señalado Varoufakis en un artículo publicado en su blog. Atenas rechaza las exigencias de nuevos recortes planteados por los acreedores a cambio del desbloqueo de más ayudas. "Exigen una mayor austeridad a una economía que está de rodillas debido a la dosis más pesada de austeridad que haya tenido que soportar jamás un país en tiempos de paz", ha añadido.
"No se ofrece ningún alivio de la deuda, ningún plan para fomentar la inversión y tampoco hay ningún Discurso de la Esperanza para este desgraciado pueblo", se ha lamentado Varoufakis.
El ministro ha asegurado que Grecia es capaz de volver a tener una economía competitiva, pero este Discurso de la Esperanza sería la clave para restaurar la moral de sus ciudadanos. Merkel debería ser la encargada de dar este discurso en Atenas, Tesalónica "o en la ciudad griega que ella elija" para así romper con "cinco años de añadir más y más créditos a una deuda que es ya insostenible", ha indicado Varoufakis.
Este mismo domingo, una fuente del Gobierno griego ha asegurado que esperan conseguir un acuerdo con los acreedores "a nivel político", es decir, a través de las negociaciones de dirigentes políticos y no de técnicos y ha defendido que no haya una fecha límite para conseguir una "solución viable y justa".
También hoy, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha manifestado su irritación con las tácticas griegas. Juncker ha asegurado que considera al primer ministro griego, Alexis Tsipras, un "amigo", pero "para seguir siendo amigos hay que respetar unas normas mínimas" y ha insistido en que la salida de Grecia del euro no es una opción.