El director del NOREF explica que acudirán tras la petición del Gobierno noruego y su presencia será más simbólica que participativa
MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director del centro noruego para la paz, el Norwegian Peacebuilding Resource Centre (NOREF), Mariano Aguirre, explicó que el centro que dirige acudirá a la Conferencia de Paz que tendrá lugar el próximo día 17 de octubre en San Sebastián, tras la petición del Gobierno noruego y aclaró que su presencia será más simbólica que participativa.
Mariano Aguirre cree que lo mejor es que se produzca un proceso de reflexión en ETA para que tomen la decisión de dejar las armas y emprender el camino de la política. Pero considera que, si el cese definitivo de la violencia implicara algún tipo de negociación, no cree que el Gobierno español tenga mucho más margen para negociar que el asunto de los presos.
El director del NOREF explicó, en declaraciones a Europa Press, que el centro que dirige no ha realizado ningún trabajo en relación con la situación del País Vasco y la violencia terrorista de ETA y tampoco colaboró en el último proceso de paz. De hecho, su actividad comenzó a principios de 2009, tiempo después de la ruptura de la tregua de la banda terrorista, y se ha centrado en los conflictos y las dificultades que se producen en otros países como Pakistán, Israel, Palestina o Haití.
GOBIERNO NORUEGO
El citado centro fue creado a instancias del Ministerio de Asuntos Exteriores noruego y participará, a petición del Gobierno de Noruega, en la Conferencia de Paz, auspiciada por Lokarri. Lo hará, según señaló Mariano Aguirre, de una manera más "simbólica" que a nivel de propuestas.
El apoyo del NOREF será, según su director, político o moral, para respaldar una iniciativa que consideran importante en un momento propicio para lograr la paz en Euskadi y lo hará con la experiencia que le da su participación en otros procesos alrededor del mundo.
Al ser preguntado por la polémica que hay en España sobre si tiene o no que haber vencedores y vencidos en relación con ETA, precisó que es inevitable que en un conflicto haya pérdidas y que uno de los lados tenga más peso que el otro.
En este sentido, explicó que, aunque en España el Gobierno pueda acbar diciendo que ha derrotado a la banda policialmente, lo cierto es que ha habido unas pérdidas muy grandes en términos de víctimas, heridos y secuestros.
No obstante, aclaró que prefiere considerar que lo mejor es que se produzca un proceso de reflexión por parte de la banda terrorista, que les lleve a dejar las armas y a optar por un camino político.
En este sentido, apuntó que si dejar las armas definitivamente implica algún grado de negociación, no cree que el Gobierno español tenga mucho más margen que el tema de los presos. Se mostró convencido de que "no va a ocurrir" que el Ejecutivo ceda en adoptar una agenda política que permita a ETA decir que a cambio de las armas ha logrado abrir la puerta a la independencia. Cree, además, que esto ETA lo sabe.
