La danza de la abeja esconde la clave de su superviviencia

Actualizado: lunes, 6 abril 2009 19:10

LONDRES, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

En la danza de la abeja, un sofisticado sistema de comunicación entre estos insectos que utilizan para comunicar la localización del néctar, está la clave para la supervivencia de esta especie. Un científico británico espera que la danza de las abejas le permita evitar la extinción total de estos insectos.

El profesor británico Francis Ratnieks llevará a cabo un estudio pionero en torno al mundo de las abejas, acercándose a sus colmenas y grabando su comportamiento con videocámaras para determinar qué plantas y flores suelen visitar las abejas. Su esperanza es aprender cómo hacer de las áreas urbanas y el campo un entorno más 'amigable' para estos insectos que están desapareciendo a un ritmo vertiginoso.

Sólo en el Reino Unido, según informaciones del diario 'The Guardian' recogidas por Europa Press, el número de abejas se ha reducido en un 75 por ciento, pasando de ser cerca de un millón a ser sólo 280.000. Según el profesor Ranieks, de la Universidad de Sussex, uno de los factores determinantes para esta disminución es los cambios que se han producido en el uso de la tierra, que ha reducido el número de flores.

"El uso de herbicidas y de formas intensivas de agricultura implican que los campos de trigo y cebada tienen menos maleza. Los campos de hierba ahora tienen menos flores salvajes, los tréboles son menos usuales y los campos de brezo han sido arados", señala el profesor, que añade: "apostaría que ahora las abejas prefieren las ciudades al campo por la rica variedad de comida que hay".

Sin embargo, explica Ratnieks, se desconoce cómo están haciendo las abejas para conseguir la comida que necesitan y este profesor cree que una buena forma de averiguarlo es decodificar la danza de las abejas. Cuando regresan al panal, las abejas efectúan una danza ante sus compañeras para informar de dónde han localizado lugares ricos en néctar y a qué distancia del refugio se encuentran.

Karl Ritter von Frisch ganó el Premio Nobel en 1973 por decodificar esa danza por primera vez en la historia y ahora Ratnieks se propone grabar y estudiar cuatro panales de Sussex para determinar qué hábitats son los preferidos por las abejas, las distancias que viajan para conseguir comida, cuánta miel producen y cómo afectan las estaciones y el tiempo a todos estos factores.